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Sexo y relaciones

Esto es lo que nadie te dice sobre cambiar de anticonceptivo sin riesgo de embarazo

Cambiar de método anticonceptivo parece algo simple, casi automático. Muchas personas piensan que basta con dejar una pastilla y empezar otra al día siguiente y que la protección se mantiene igual. En la práctica, el cuerpo necesita tiempo, los métodos no actúan igual y puede aparecer una etapa en la que el riesgo de embarazo aumenta sin que la persona se dé cuenta.

Lo que casi nadie explica sobre cambiar de anticonceptivo

Cuando se cambia de método, las hormonas del cuerpo dejan de recibir un estímulo y empiezan a recibir otro distinto, o dejan de recibirlo del todo si se pasa a un método de barrera. Ese ajuste no siempre es inmediato y abre una posible ventana de riesgo si no se planifica bien el cambio. La protección continua solo se mantiene cuando el método nuevo empieza a trabajar antes de que el anterior pierda efecto. En métodos hormonales, de barrera o de larga duración, como implantes y DIU, los tiempos son distintos y eso provoca muchos fallos por mala información, sobre todo cuando se cambia sin asesoría profesional.

La famosa ventana de riesgo de embarazo al cambiar de método

La llamada ventana de riesgo aparece cuando se deja un método y el nuevo todavía no ofrece su protección completa. Sucede, por ejemplo, al suspender una píldora o retirar un implante y esperar varios días para iniciar otro método sin días sin protección bien cubiertos. En ese intervalo el ovario puede volver a funcionar con normalidad, producir ovulación y permitir un embarazo si hay relaciones sin protección eficaz.

Por qué no es buena idea cambiar de anticonceptivo por cuenta propia

Muchas mujeres cambian de pastillas, parche, anillo o inyección por su cuenta, convencidas de que todas las marcas funcionan igual y desde el primer día. La consulta médica o con matrona ayuda a evitar ese error. El profesional revisa antecedentes, peso, tensión arterial, uso de otros fármacos y estilo de vida, para hacer una buena elección del método y para explicar desde qué día la protección es fiable. También revisa contraindicaciones, posibles interacciones y síntomas que deben vigilarse, lo que aumenta la seguridad durante el cambio.

Cómo cambiar de anticonceptivo sin aumentar el riesgo de embarazo

En la práctica, lo más seguro es tener un plan antes de dejar el método actual. El profesional suele explicar cómo enlazar un método con otro para reducir al mínimo los días sin cobertura, cuándo empezar el nuevo anticonceptivo y durante cuánto tiempo se necesita un método de respaldo. En muchos casos se recomienda usar condón durante algunos días o semanas hasta que el nuevo método alcance su eficacia máxima. Con esa información, la persona puede hacer una transición segura, sin confiar solo en lo que lee en redes o en la experiencia de amigas.

Importancia del método de respaldo durante la transición

El uso de condón en la fase de cambio muchas veces marca la diferencia entre seguir con la vida sexual habitual o enfrentar un embarazo inesperado. Este método de respaldo se subestima con frecuencia, sobre todo cuando se empieza una nueva pastilla, un parche o un anillo y se da por hecho que ya protegen al cien por cien desde el primer comprimido. Los profesionales insisten en usar barrera durante un tiempo de ajuste para reforzar la prevención del embarazo, sobre todo cuando se viene de inyectables, implantes o DIU.

No interrumpir el método actual sin tener un plan claro

Suspender la pastilla, retirar el anillo, el implante o el DIU sin tener decidido qué se usará después aumenta mucho el riesgo, ya que la fertilidad puede regresar más rápido de lo que se piensa. La mayoría de expertos recomienda no dejar el método de golpe, sino fijar un plan de cambio, elegir fecha y saber con claridad cuándo empieza a proteger el nuevo método y cuándo se necesitan preservativos. La idea de que unos pocos días sin nada no tienen consecuencias es falsa y lleva a muchos embarazos no planificados.

Foto Freepik

Lo que nadie cuenta sobre efectos secundarios al cambiar de método

Al cambiar de anticonceptivo pueden aparecer sangrado irregular, dolor de cabeza, sensibilidad en las mamas, cambios en el acné o en el ánimo. Muchas personas piensan que eso significa que el método no sirve, cuando en realidad suele ser parte de la adaptación del cuerpo, sobre todo en los primeros meses. Aunque la protección frente al embarazo se mantiene si el método se usa de forma correcta, estos efectos secundarios pueden generar miedo y abandono precoz. Ante síntomas intensos o que no mejoran, se aconseja pedir una revisión en lugar de suspender el método sin hablar con un profesional.

Mitos peligrosos sobre cambiar de anticonceptivo que se siguen creyendo

Todavía circulan muchos mitos sobre anticonceptivos. Uno de los más extendidos es usar la marcha atrás como solución temporal al dejar la pastilla o el anillo. Otro es confiar en métodos naturales como calendario o moco cervical durante la fase de cambio. También hay quien piensa que todos los métodos protegen igual desde el primer comprimido o el primer parche. Estos errores aumentan la probabilidad de embarazo y sustituyen una transición planificada por una mezcla de intuición y suerte, cuando podría haber alternativas más seguras.

Confiar en la marcha atrás o en métodos naturales durante el cambio

El coito interrumpido y otros métodos llamados naturales tienen una tasa alta de fallo, sobre todo cuando se usan como puente entre un método y otro. Incluso con marcha atrás, el líquido preseminal puede contener espermatozoides y el ciclo no siempre es tan regular como se cree, lo que eleva el riesgo de embarazo. En una fase tan delicada como el cambio de método, apoyarse solo en métodos poco eficaces no es una buena idea; se aconseja combinarlos con un anticonceptivo fiable o con preservativo.

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Creer que todos los anticonceptivos protegen igual desde el primer día

No todos protegen igual ni en el mismo tiempo. Algunas píldoras solo tienen eficacia completa después de varios días si no se empiezan en el primer día de la regla. Ciertos inyectables también necesitan margen y el DIU, ya sea hormonal o de cobre, cambia su tiempo de eficacia según el momento del ciclo en el que se coloca. Por eso, se recomienda siempre preguntar al profesional desde qué día se considera que la protección frente al embarazo es adecuada y durante cuánto tiempo hay que usar preservativo como apoyo.

Cambiar de método puede ser una decisión positiva y liberadora cuando se hace con decisión informada, apoyo profesional y una actitud responsable hacia la salud sexual. Hablar con el ginecólogo o la matrona antes de modificar cualquier pauta, resolver dudas y aceptar el uso de condón en la transición transforma el miedo en cambio seguro y en más control sobre el propio cuerpo.

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