Estos son los 4 mejores pescados ricos en omega-3 (y bajos en mercurio)

El consumo de pescado es una de las mejores maneras de incorporar ácidos grasos omega-3 a la dieta, fundamentales para el buen funcionamiento del corazón, el cerebro y el sistema inmunológico. Sin embargo, no todos los pescados son iguales. Algunos también pueden contener niveles altos de mercurio, un metal que puede ser dañino en grandes cantidades. Aquí se destacan cuatro opciones que combinan una riqueza en omega-3 con un bajo contenido en mercurio.
Salmón: el rey de los ácidos grasos omega-3
El salmón es, sin dudas, uno de los pescados más populares gracias a su perfil nutricional. Es especialmente rico en omega-3 y también contiene nutrientes esenciales como la vitamina D, el selenio y antioxidantes como el astaxantina, que apoyan la salud celular. Además, tiene niveles muy bajos de mercurio, lo que lo convierte en una excelente opción para el consumo regular.
El salmón puede ser cocinado de muchas maneras: al horno, a la parrilla o al vapor. Incluso el salmón enlatado conserva sus propiedades nutritivas y es una opción accesible para incorporar a ensaladas o comidas rápidas.
Sardinas: pequeñas pero poderosas
Las sardinas, aunque diminutas, están repletas de omega-3, calcio y vitamina B12. Estas propiedades no solo benefician al sistema cardiovascular, sino también a la salud ósea y al metabolismo. Al ser peces pequeños, acumulan menos mercurio en comparación con especies más grandes como el pez espada o el tiburón.
Este pescado es ideal para quienes buscan alternativas asequibles y versátiles. Las sardinas enlatadas en aceite de oliva o en agua son opciones muy populares y pueden incluirse en pastas, ensaladas o tostas.
Trucha: una opción fresca y sabrosa
La trucha, especialmente la trucha arcoíris, es otra excelente fuente de omega-3 y baja en mercurio. Es rica en proteínas magras y contiene nutrientes como la vitamina B6 y el fósforo. Su sabor delicado y su textura suave hacen que sea ideal para recetas tanto sencillas como elaboradas.
Una ventaja de la trucha es su versatilidad en la cocina. Se puede preparar al horno con especias, a la sartén con limón o incluso como parte de un ceviche fresco. Es una opción perfecta para quienes buscan diversidad en su dieta sin comprometer la salud.
Caballa: saludable y llena de energía
La caballa, conocida también como jurel en algunos países, es un pescado altamente nutritivo que destaca por su abundancia en ácidos grasos omega-3 y su bajo contenido en mercurio. Esto la convierte en una opción confiable para mantener una alimentación equilibrada sin exponer al organismo a sustancias nocivas. Además, es una fuente significativa de vitaminas B3, B6 y B12, esenciales para combatir el cansancio, mejorar la producción de energía en el cuerpo y favorecer las funciones neurológicas.

Para quienes buscan practicidad sin sacrificar la calidad, la caballa ofrece una solución perfecta. La caballa enlatada, disponible fácilmente en la mayoría de los supermercados, es ideal para preparaciones rápidas como emparedados, wraps y ensaladas. Si prefieres disfrutarla fresca, su sabor intenso resalta cuando se cocina a la parrilla, acompañada de hierbas y especias, o se marina con jugo de limón, naranja o pomelo para una explosión de frescura. También puede convertirse en protagonista de recetas más elaboradas, como tartares o guisos mediterráneos, ampliando las posibilidades culinarias.
Por si fuera poco, la caballa es económicamente accesible en comparación con otros pescados ricos en omega-3, como el salmón. Esto la convierte en una opción inclusiva para quienes desean incluir alimentos altamente nutritivos en su dieta, sin romper su presupuesto. Además, es una elección sostenible, ya que muchas variedades de caballa cuentan con prácticas de pesca responsables, ayudando a preservar los ecosistemas marinos.
Su versatilidad en la cocina, sus destacadas propiedades nutricionales y su disponibilidad hacen de la caballa una excelente incorporación a cualquier mesa.
¿Qué hace especiales a estos pescados?
Los pescados mencionados no solo son ricos en nutrientes, también ofrecen beneficios prácticos. Por su naturaleza baja en mercurio, son opciones seguras para mujeres embarazadas, niños y personas mayores. Además, destacan por su disponibilidad tanto en estado fresco como enlatado, lo que facilita incluirlos en la dieta diaria.
Las propiedades de los ácidos grasos omega-3, como su capacidad para reducir la inflamación y promover un corazón saludable, hacen que estos pescados sean indispensables. A largo plazo, pueden contribuir a prevenir enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida.