Estos son los problemas sexuales más comunes en mayores de 60 años

La sexualidad no termina con la juventud. Al pasar los 60, el cuerpo y la mente atraviesan cambios importantes que afectan la vida sexual. Hablar de estos temas ayuda a romper tabúes y mejora el bienestar emocional. Tanto hombres como mujeres experimentan transformaciones hormonales y físicas, como caída de testosterona y estrógenos, sequedad vaginal o dificultad para mantener erecciones. Además, las emociones y la relación de pareja juegan un papel clave a esta edad.
Cambios fisiológicos y emocionales que afectan la sexualidad después de los 60
El envejecimiento trae consigo cambios naturales en el cuerpo, pero también retos en la esfera emocional y social. En los hombres, la disminución de testosterona causa menor deseo y posibles dificultades para lograr erecciones. Surge la disfunción eréctil y el agrandamiento prostático puede dificultar la función sexual.
En las mujeres, la caída de estrógenos relacionada con la menopausia provoca sequedad vaginal, irritación genital, dolor en el sexo y pérdida de elasticidad. La atrofia vulvovaginal se presenta con mayor frecuencia, facilitando infecciones y molestias. Las emociones como ansiedad, estrés o baja autoestima pueden agravar las dificultades físicas y complicar la intimidad.
Impacto de los cambios hormonales y físicos en la función sexual de los hombres mayores
Bajar los niveles de testosterona reduce la libido y complica las erecciones. Más de la mitad de los hombres entre los 40 y 70 años muestran algún grado de disfunción eréctil, la cual aumenta con la edad. El agrandamiento de la próstata puede dificultar la eyaculación y la micción, afectando la satisfacción sexual.
Afecciones como la diabetes, hipertensión, enfermedades del corazón y algunos medicamentos recetados empeoran estos síntomas. Todo esto puede provocar inseguridad y frustración, que afectan la intimidad y las relaciones.
Consecuencias de la menopausia en la función sexual femenina
Tras la menopausia, los estrógenos disminuyen, apareciendo sequedad vaginal, ardor y picor. El sexo puede volverse doloroso debido a la pérdida de lubricación y elasticidad. La atrofia vulvovaginal y la tendencia a infecciones aumentan la incomodidad y el rechazo al sexo.
Muchas mujeres experimentan también baja libido, ligada a estos cambios hormonales, efectos secundarios de medicamentos y enfermedades. Estos factores pueden influir en la autoestima y la relación con la pareja, reduciendo la frecuencia e interés sexual.
Papel de los factores emocionales y sociales en la sexualidad de los mayores
La sexualidad en la vejez no solo está marcada por el estado físico. La autoestima, la dinámica de pareja, los mitos sobre la sexualidad y la comunicación influyen de manera profunda. La imagen corporal puede verse afectada por cambios en el cuerpo, generando inseguridad.
El entorno familiar, los valores y los prejuicios también pesan. Hablar abiertamente sobre deseos y dificultades con la pareja, mantener el afecto y la cercanía ayuda a mantener relaciones satisfactorias. La falta de comunicación o el temor a no cumplir expectativas pueden incrementar la distancia.

Problemas sexuales frecuentes en mayores de 60 años y sus enfoques de manejo
Abordar los problemas sexuales comunes en la tercera edad permite mejorar la calidad de vida y la relación de pareja. Las dificultades no solo surgen por los cambios físicos, sino que hay soluciones accesibles que van desde tratamientos de salud hasta ajustes en el estilo de vida y la comunicación.
Disfunción eréctil y trastornos del deseo en hombres
La disfunción eréctil es uno de los problemas más comunes. Factores como enfermedades crónicas, daño nervioso y el uso de ciertos medicamentos influyen en su aparición. El lado emocional, como estrés o depresión, también puede reducir el deseo y la respuesta sexual.
El tratamiento abarca desde medicamentos orales (como inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5), terapia psicológica y ajustes en el tratamiento de enfermedades subyacentes. Hablar de manera abierta con la pareja disminuye la tensión y ayuda a buscar soluciones juntos.
Sequedad vaginal, dolor y reducción de la libido en mujeres
El dolor durante el sexo por sequedad vaginal o atrofia provoca que muchas mujeres eviten las relaciones. Usar lubricantes a base de agua o terapia hormonal local mejora la lubricación y reduce molestias. Se deben adaptar las prácticas sexuales para priorizar la comodidad y el placer.
Mantener la comunicación con la pareja y consultar a un especialista ante molestias es clave. Si la libido cae, explorar nuevas formas de intimidad, masajes o juegos previos puede ayudar a recuperar la conexión sexual.
Importancia del control de enfermedades crónicas y hábitos saludables
Las afecciones crónicas como la diabetes, hipertensión, obesidad y enfermedades cardiacas disminuyen la función sexual tanto en hombres como en mujeres. El tabaco, el exceso de alcohol y la falta de actividad física agravan el problema.
Adoptar una dieta balanceada, realizar ejercicio moderado y dejar hábitos nocivos ayuda a que la función sexual mejore. Revisar regularmente el estado de salud, mantener el control médico y tomar los medicamentos adecuados es fundamental para evitar complicaciones y disfrutar de una vida íntima plena.
La sexualidad sigue presente en la vejez y se pueden experimentar cambios, sí, pero también nuevas formas de intimidad y satisfacción. Hablar sin prejuicios, cuidar la salud física y emocional,* y buscar ayuda profesional cuando se necesita permite seguir disfrutando de relaciones ganas y satisfactorias después de los 60 años.