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Salud

Herpes genital en hombres: cómo reconocerlo y tratarlo

El herpes genital afecta a millones de hombres cada año. No solo se trata de una infección frecuente, su reconocimiento temprano marca la diferencia en la calidad de vida y en el control de los brotes.

¿Qué es el herpes genital y cómo se transmite?

El herpes genital es una infección causada por los virus herpes simple tipo 1 (HSV‑1) y tipo 2 (HSV‑2). El virus se transmite principalmente por contacto sexual o por el contacto directo piel con piel. Incluso si no hay síntomas visibles, una persona puede infectar a su pareja. Nuevos datos de 2025 muestran que el HSV‑2 afecta al 13% de la población mundial entre 15 y 49 años, lo que representa a cientos de millones de personas.

La transmisión ocurre fácilmente durante relaciones vaginales, anales u orales. Bastan pequeñas lesiones en la piel para que el virus pase de una persona a otra. Además, muchas infecciones son asintomáticas, lo que favorece la propagación sin que los portadores lo sepan.

Tipos de virus (HSV‑1 y HSV‑2)

Existen dos tipos principales de virus responsables del herpes genital:

HSV‑1: tradicionalmente causa herpes oral, pero también se ha vuelto responsable de infecciones genitales, sobre todo en jóvenes con prácticas sexuales orales.

HSV‑2: es el más común en el herpes genital clásico.

HSV‑2 suele causar más recurrencias y mayor riesgo de transmisión. En cambio, las infecciones por HSV‑1 en genitales suelen generar menos brotes.

Factores de riesgo y modos de contagio

Los principales factores que aumentan el riesgo de infección son:

  • Múltiples parejas sexuales.
  • Uso irregular del preservativo.
  • Lesiones preexistentes en la piel o mucosas.

El contagio se produce por contacto directo con lesiones, exposición a secreciones y a veces incluso cuando el virus está en estado latente, aunque no haya manifestaciones evidentes.

Mitos comunes

Entre los mitos más frecuentes está la creencia de que solo las personas con síntomas pueden contagiar (falso: la mayoría no presenta síntomas y puede transmitir el virus). Otro mito es que el herpes genital solo afecta a mujeres (falso: los hombres también están en riesgo). No basta con mirar la piel para saber si alguien puede contagiar, por lo que la verdad es que la infección puede darse aunque la persona parezca sana.

Síntomas y diagnóstico en hombres

Identificar los síntomas del herpes genital en hombres es clave para diferenciarlo de otras afecciones cutáneas y buscar un diagnóstico adecuado. El virus puede presentarse de formas variadas, incluso pasar inadvertido.

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Síntomas típicos

El cuadro más frecuente incluye dolor, sensación de picazón y aparición de ampollas o úlceras en el pene, el escroto, la zona perianal o los muslos. Estas lesiones suelen ir acompañadas de enrojecimiento, molestias al orinar y, en ocasiones, fiebre o malestar general. El episodio agudo puede durar entre 7 y 10 días.

Diferencias con otras lesiones

El herpes se distingue por la aparición de pequeñas vesículas agrupadas, que luego se rompen y generan úlceras superficiales. Es importante diferenciarlo de la sífilis, donde la lesión es única y no suele doler, o del papiloma, en el que se observan verrugas. Las irritaciones por fricción o por productos químicos tienden a mejorar rápidamente y no presentan vesículas.

Foto Freepik

Pruebas de laboratorio

El diagnóstico se confirma con pruebas específicas. La técnica más utilizada es la toma de muestra de una lesión activa para análisis por PCR o cultivo viral. Cuando no hay lesiones visibles, se puede recurrir a una prueba de sangre que detecta anticuerpos contra los virus. Las pruebas directas (PCR o cultivo) se recomiendan con lesiones frescas, mientras los anticuerpos ayudan cuando la infección no es evidente.

Opciones de tratamiento y manejo

El herpes genital no tiene cura, pero sí existen tratamientos para acortar los brotes, reducir molestias y disminuir el riesgo de transmisión. El autocuidado también juega un papel importante en la recuperación.

Medicamentos antivirales

Los fármacos más utilizados son aciclovir, famciclovir y valaciclovir. Estos antivirales se administran en comprimidos, generalmente durante 5 a 10 días, para aliviar los síntomas y acelerar la curación. También reducen la severidad y la duración de los brotes, además de recortar el periodo de contagio.

Terapia supresiva vs episódica

La terapia supresiva consiste en tomar antivirales todos los días, y se recomienda a quienes tienen brotes frecuentes o buscan disminuir el riesgo de contagio a sus parejas. En cambio, la terapia episódica se utiliza solo ante la aparición de síntomas. Elegir uno u otro depende de los criterios clínicos, frecuencia e impacto de los brotes y preferencias del paciente.

Medidas de autocuidado

El autocuidado ayuda a mejorar los síntomas y prevenir complicaciones. Se recomienda higiene suave sin productos agresivos, uso de ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas. Aplicar compresas frías alivia la incomodidad. Los analgésicos de venta libre pueden ayudar con el dolor moderado. No tocar ni rascar las lesiones evita nuevas infecciones.

Prevención de contagio

El uso correcto del condón reduce el riesgo de transmisión, aunque no lo elimina del todo, ya que el virus puede encontrarse fuera del área protegida. La abstinencia durante los brotes y la comunicación abierta con la pareja contribuyen a minimizar nuevos contagios y fortalecer el apoyo emocional.

Nuevas investigaciones (2025)

En 2025 se siguen reportando avances en terapia génica y vacunas en ensayos clínicos. Aunque aún no están disponibles para el público, estos desarrollos aportan esperanza a futuro para quienes buscan una solución definitiva al herpes genital.

El herpes genital en hombres es frecuente y puede pasar desapercibido. Reconocer los síntomas, buscar un diagnóstico certero y aplicar un tratamiento adecuado transforman la experiencia de quienes lo padecen. Con información precisa y acceso a recursos, los hombres pueden tomar mejores decisiones para su salud y la de sus parejas.

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