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Sexo y relaciones

Juguetes sexuales que puedes encontrar en casa y que no son peligrosos

Muchas personas sienten curiosidad por experimentar placer con objetos caseros, pero también quieren cuidar su cuerpo y no correr riesgos innecesarios.

Reglas básicas para usar objetos caseros como juguetes sexuales sin riesgo

Antes de pensar en qué usar, la prioridad debe ser la seguridad. Cualquier objeto se revisa con calma, se comprueba que esté limpio, que no tenga bordes afilados, partes sueltas o superficies ásperas. Los alimentos como plátanos o pepinos no están pensados para penetración, pueden romperse o lastimar, por lo que no se recomiendan; si alguien aun así decide usarlos, solo debería hacerlo con preservativo y abundante lubricante, dejando claro que sigue siendo una opción poco recomendable. También se evita introducir objetos que puedan quedarse dentro del cuerpo y no compartirse juguetes sin cambiar el condón por uno nuevo.

Materiales, higiene y uso del condón en juguetes caseros

Los materiales más seguros suelen ser los que tienen superficies lisas y no porosas, como vidrio liso, metal pulido o ciertos utensilios de silicona de cocina nuevos y sin grietas. Antes y después del uso se lavan con agua tibia y jabón neutro, sin productos agresivos que irriten la piel. Cuando el objeto tocará vulva, vagina o ano, tiene sentido cubrirlo con un preservativo nuevo, sobre todo si el material es poroso o difícil de limpiar. Ese preservativo se usa una sola vez y se cambia siempre que se pase de contacto anal a vaginal.

Juguetes sexuales que puedes encontrar en el baño sin poner en riesgo tu cuerpo

El baño suele ser un escenario clásico para jugar, porque facilita la limpieza y da acceso al agua, pero no todo es seguro. Los aparatos eléctricos enchufados se mantienen lejos de la bañera o la regadera y se prioriza el uso externo, en genitales y pezones, con buena lubricación natural o artificial y sesiones cortas para evitar irritaciones.

Cabezal de la ducha para estimulación externa segura

El cabezal de la ducha puede convertirse en un aliado para estimular el clítoris y la vulva sin contacto directo con objetos duros. La persona ajusta la temperatura a un punto agradable y regula la presión para que el chorro no lastime la piel. Es una opción de bajo riesgo porque no hay penetración del objeto y el agua ayuda a mantener limpia la zona, aunque conviene no dirigir el chorro de forma agresiva dentro de la vagina. Probar distintas posiciones, como sentarse, recostarse o abrir un poco las piernas, permite encontrar la sensación más cómoda.

Cepillo de dientes eléctrico y pequeños masajeadores como vibradores caseros

Un cepillo de dientes eléctrico puede aportar una vibración suave para uso externo en clítoris, labios externos, pene o pezones. La cabeza se puede cubrir con un condón nuevo si habrá contacto con mucosas, para evitar restos de pasta dental o bacterias. Nunca se introduce el cepillo en el cuerpo y se evita su uso en el agua si no es resistente a la humedad. Otros masajeadores corporales pequeños, diseñados para espalda o cuello, también pueden servir para el juego erótico externo siempre que estén en buen estado, limpios y alejados de zonas internas.

Foto Freepik

Objetos suaves del dormitorio que dan placer sin ser peligrosos

En la cama o el sofá, muchos de los mejores aliados ya están presentes. Almohadas, peluches firmes y, sobre todo, las propias manos ofrecen fricción, contención y contacto cercano con un riesgo muy bajo cuando se cuidan la limpieza y la comodidad.

Almohadas y peluches para estimular el clítoris y el cuerpo

Una persona puede colocarse sobre una almohada firme o un peluche resistente para crear roce en la zona vulvar o en el pubis, en una postura parecida a la vaquera. El cuerpo se mueve hacia adelante y hacia atrás para aumentar la presión y la sensación, sin necesidad de penetrar nada. Es clave que el objeto esté limpio, que la tela no irrite y que no tenga adornos duros, como ojos de plástico o botones, que puedan incomodar.

Las manos como el juguete sexual más seguro y siempre disponible

Las manos siguen siendo el juguete sexual más accesible y controlable. Antes del juego se lavan con agua y jabón, se revisan las uñas, se recortan si están largas y se liman bordes que puedan rasgar la piel. El uso de lubricante hace que el roce sea mucho más suave y agradable, tanto en genitales como en el resto del cuerpo. Las manos permiten sentir de inmediato cualquier molestia y ajustar presión, ritmo y zona de contacto según lo que el cuerpo va pidiendo.

Objetos del clóset para juego erótico suave y controlado

El clóset también guarda recursos interesantes para un juego erótico moderado, como corbatas, clips y ganchos para ropa, siempre que se usen con delicadeza. La comunicación abierta, el respeto de los límites y la atención a la circulación son esenciales para que la experiencia se mantenga dentro de un placer seguro.

Corbatas para bondage ligero y juego de roles seguro

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Una corbata de tela suave puede servir para atar las muñecas sobre la cama o para cubrir los ojos, más como parte de un juego de roles que como una inmovilización real. Los nudos se dejan flojos, se comprueba que la persona pueda mover un poco las manos y que se pueda soltar rápido si algo incomoda. Muchas parejas usan una palabra de seguridad simple para indicar que se necesita parar, lo que refuerza la confianza y el cuidado mutuo.

Clips y ganchos de ropa para estimular pezones con cuidado

Algunos clips o ganchos para colgar ropa se pueden usar como pinzas caseras para pezones, pero solo si tienen bordes suaves y no cortan la piel. Primero se prueba una presión mínima por pocos segundos y se observa la sensación; si hay dolor intenso o entumecimiento, se retira de inmediato. La clave está en mantener una presión moderada, sin dejar marcas profundas ni moretones fuertes, y en escuchar siempre las señales del cuerpo.

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