Las 5 enfermedades que puede transmitirte una mascota
Compartir la vida con una mascota trae alegría, compañía y muchos beneficios para el bienestar emocional. Tanto perros, gatos y otros animales domésticos son parte importante de millones de hogares. Sin embargo, quienes conviven con ellos también asumen la responsabilidad de cuidar su salud y la de su familia.

Cómo las mascotas pueden transmitir enfermedades a las personas
Las enfermedades que pasan de animales a humanos reciben el nombre de zoonosis. Los mecanismos más frecuentes de transmisión incluyen contacto directo con la piel, saliva y secreciones, mordeduras o arañazos, así como el contacto con heces y orina contaminadas. Los vectores externos, como garrapatas, pulgas y mosquitos, también pueden portar agentes infecciosos que afectan a las mascotas y sus dueños.
Algunas personas son particularmente vulnerables a estas enfermedades. Niños pequeños, embarazadas, adultos mayores y personas inmunodeprimidas presentan mayor riesgo de complicaciones debido a su sistema de defensas. Esto hace que la higiene diaria, el control veterinario y la desparasitación habitual sean prácticas esenciales. Lavarse las manos tras jugar con animales, desinfectar materiales y revisar la salud de las mascotas se vuelve prioridad. Los dueños responsables cuidan no solo del animal, sino de todo el entorno familiar.
Las cinco enfermedades más comunes transmitidas por mascotas
Las zoonosis son más frecuentes de lo que parece. Algunas afectan casi exclusivamente a personas con contacto directo, mientras otras pueden expandirse en la familia si no se previenen a tiempo. A continuación, se describen cinco de las enfermedades transmitidas por mascotas más comunes, sus síntomas y las recomendaciones para evitarlas.
Bartonelosis felina (Enfermedad del arañazo de gato)
Esta infección es causada por Bartonella henselae, una bacteria presente en gatos domésticos y callejeros. Suele transmitirse por arañazos o mordeduras. Calambres, fiebre, malestar general y nódulos inflamados cerca del sitio de la lesión son los síntomas principales. Por lo general, la enfermedad no es grave, pero puede complicarse en personas con defensas bajas.
Para disminuir riesgos, se aconseja mantener las uñas de los gatos cortas, enseñar a los niños a manipularlos suavemente y lavar bien cualquier herida ocasionada. La higiene al manipular gatos y las visitas regulares al veterinario también ayudan a detectar y tratar infecciones a tiempo.
Leishmaniasis
La leishmaniasis se produce cuando los flebotomos (pequeños insectos voladores parecidos a los mosquitos) transmiten parásitos del género Leishmania entre perros, gatos y humanos. Las lesiones cutáneas, úlceras, fiebre y debilidad pueden presentarse si no se trata. En casos severos, puede comprometer órganos internos.
La mejor defensa es mantener ambientes limpios y sin basura donde proliferen estos insectos. El uso de repelentes, trampas y el control veterinario estricto en zonas endémicas previene la aparición de brotes.
Psitacosis
La psitacosis, también conocida como fiebre del loro, se origina en aves como loros y pericos cuando eliminan la bacteria Chlamydophila psittaci en sus heces secas. Las personas pueden inhalar el polvo contaminado y desarrollar fiebre, escalofríos y dolor muscular similares a una gripe fuerte.
Para evitarla, se recomienda limpiar jaulas y áreas de vuelo con guantes y mascarilla asegurando ambientes bien ventilados. Los propietarios deben realizar chequeos veterinarios y consultar inmediatamente ante síntomas respiratorios.

Enfermedad de Lyme
La enfermedad de Lyme es causada por la bacteria Borrelia burgdorferi y transmitida principalmente por garrapatas que infestan a perros y, eventualmente, a las personas. Los síntomas, que varían de leves a graves, incluyen fiebre, dolores musculares, fatiga extrema y en casos avanzados problemas neurológicos.
La vigilancia y el uso de antiparasitarios externos en los perros, junto con el corte regular de césped en patios y jardines, son acciones claves. Revisar el pelaje después de paseos en áreas naturales y retirar las garrapatas lo antes posible reduce al mínimo el riesgo de transmisión.
Hantavirus
El hantavirus es una enfermedad viral poco común, pero muy peligrosa, propagada por roedores domésticos o silvestres. El contacto con heces, orina o saliva de estos animales puede desencadenar fiebre alta, dolores musculares e insuficiencia respiratoria. Esta infección puede agravarse en pocas horas y requiere atención médica urgente.
Evitar la presencia de roedores en casa, sellar fisuras y limpiar cuidadosamente cualquier rastro de excremento con guantes y desinfectante es fundamental. En hogares con mascotas pequeñas como hámsteres, mantener una higiene exhaustiva y no permitir el contacto con roedores externos mantiene a salvo el hogar.
Pautas para una convivencia saludable y segura con mascotas
Prevenir el contagio de estas enfermedades empieza por el compromiso con la higiene, el control veterinario y la educación familiar. Adoptar protocolos simples como lavarse siempre las manos después de manipular a las mascotas, limpiar sus accesorios con regularidad y desinfectar superficies donde se alimentan o descansan es indispensable.
Seleccionar mascotas de criadores certificados y mantenerlas al día con vacunas y desparasitaciones contribuye a una familia más sana. Evitar el contacto con animales desconocidos y enseñarles a los más pequeños cómo interactuar respetando las señales del animal disminuye posibles accidentes.
Cada mascota requiere atención personalizada. Consultar al veterinario no solo en caso de enfermedad, sino como parte de una rutina preventiva, ayuda a detectar síntomas a tiempo ya que muchas infecciones pueden parecer leves en un inicio.
Quienes entienden la responsabilidad de tener una mascota saben que el bienestar propio y el de sus seres queridos empiezan con pequeños actos diarios, confianza profesional y amor consciente. Con información clara y medidas sencillas, convivir con animales se convierte en una experiencia segura y gratificante para todos.