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Cocina, recetas y alimentos

Los 5 alimentos más económicos para aumentar tu consumo de proteínas

Consumir suficientes proteínas en la dieta diaria no es sólo un objetivo para deportistas. Es una necesidad fundamental para quienes desean conservar masa muscular, fortalecer el sistema inmune y sentirse saciados por más tiempo. Sin embargo, muchas personas creen que alcanzar las recomendaciones de proteínas implica gastar mucho. Nada más lejos de la realidad: existen varios alimentos asequibles que, bien elegidos, permiten cubrir las necesidades nutricionales sin comprometer el bolsillo. Hoy, el enfoque recae en cinco alimentos concretos, fáciles de encontrar, económicos y sumamente efectivos para potenciar la salud a través de una dieta inteligente.

Por qué las proteínas son indispensables en la alimentación diaria

Las proteínas son el cimiento de músculos, huesos, piel y órganos. Conforman la estructura de tejidos y participan en el transporte de oxígeno, la reparación celular y la producción de hormonas. Una dieta rica en proteínas favorece la regeneración muscular tras la actividad física, ayuda a mantener un metabolismo saludable y reduce la sensación de hambre por más tiempo. Las personas que incluyen suficiente proteína en cada comida suelen tener menos antojos y logran sostener el control de su peso.

No hace falta buscar fuentes exóticas ni costosas. Existen alimentos cotidianos que entregan proteínas de excelente calidad, tanto en el mundo animal como vegetal. Incorporar huevos, legumbres, yogur natural, pollo, maní o semillas brinda no sólo proteínas sino otros nutrientes clave como fibra, calcio y grasas saludables. Así es posible cuidar la salud muscular, ósea y metabólica con alimentos accesibles sin dejar de lado el placer por la comida.

Foto Freepik

Cinco alimentos económicos para aumentar el consumo de proteínas

Apostar por ingredientes simples y económicos puede marcar la diferencia en la nutrición diaria. A continuación, se describen cinco opciones ricas en proteínas y fáciles de incluir en cualquier menú, adaptadas a diferentes gustos y estilos de vida.

Huevos

El huevo es uno de los alimentos más completos y versátiles de la cocina. Ofrece proteínas de alto valor biológico que incluyen todos los aminoácidos esenciales, imprescindibles para el cuerpo humano. Cada huevo aporta entre seis y ocho gramos de proteína de excelente calidad, con pocas calorías y a muy bajo costo.

Su preparación es rápida y flexible. Se pueden consumir tibios, revueltos, en omelets, cocidos al vapor, en tortillas o como acompañante en ensaladas y sopas. El huevo, además de saciar por más tiempo, es ideal para enriquecer cualquier plato, desde un desayuno energético hasta una cena ligera. Agregar huevo rallado o picado a las ensaladas y pastas ayuda a variar y equilibrar la dieta de manera sencilla y accesible.

Frijoles y legumbres

Lentejas, frijoles, garbanzos y arvejas ocupan un lugar destacado entre las fuentes de proteína vegetal. Una taza cocida de lentejas contiene aproximadamente 9 gramos de proteína, mientras que la misma cantidad de frijoles aporta cerca de 8 gramos. Además, entregan fibra, hierro, magnesio y potasio, lo que los convierte en aliados para la salud digestiva y cardiovascular.

Su bajo precio y fácil almacenamiento permiten tenerlos siempre a mano. Se pueden preparar en guisos, ensaladas, sopas, hamburguesas vegetales o incluso triturados como dips. Combinarlos con cereales como arroz, maíz o trigo mejora la calidad de sus proteínas, equiparando su valor biológico al de la carne. Fuente doble: alimentan y sacian, sin afectar negativamente el presupuesto familiar.

Yogur natural y lactosuero

El yogur natural y el lactosuero, subproducto líquido de la elaboración de quesos, son alternativas interesantes y económicas para sumar más proteína láctea en la dieta. Un envase pequeño de yogur natural puede contener hasta cinco gramos de proteína, además de calcio y probióticos que favorecen la salud intestinal.

El lactosuero, por su parte, concentra proteínas de alta calidad y fácil digestión. Se utiliza para preparar batidos, panificados y postres, aumentando el contenido proteico sin modificar demasiado el sabor ni la textura. La versatilidad del yogur permite emplearlo como base de salsas, aderezos, desayunos o meriendas. Elegir presentaciones sin azúcar ni saborizantes hace que esta opción resulte saludable, asequible y adecuada para todas las edades.

Pollo

El pollo ocupa una posición privilegiada en la cocina económica y saludable. Su carne magra contiene aproximadamente 20 gramos de proteína de alto valor biológico por cada 100 gramos de porción cocida. Además, es baja en grasas saturadas, especialmente si se elige la pechuga y se elimina la piel.

Adquirir piezas enteras para deshuesar en casa o preferir muslos con hueso suele abaratar costos. El pollo admite infinidad de preparaciones: asado, a la plancha, guisado, en sopas o ensaladas. Por su facilidad para integrarse en recetas familiares y su sabor suave, es ideal para toda la familia y se adapta a diferentes tradiciones culinarias. Consumir pollo varias veces por semana ayuda a cubrir los requerimientos de proteína sin aumentar el gasto en el supermercado.

Maní y semillas

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El maní y otras semillas como las de girasol, calabaza y chía son pequeños tesoros proteicos al alcance de cualquier presupuesto. El maní ofrece hasta 25 gramos de proteína por cada 100 gramos y es rico en grasas saludables, vitamina E y magnesio. Sus semillas aportan proteínas, fibra y minerales, convirtiendo una simple colación en una fuente de energía renovable.

Su practicidad es innegable: se pueden comer solos, mezclados con yogur o frutas, en ensaladas o en panificados. El maní y las semillas se almacenan fácilmente y resisten bien el paso del tiempo, por lo que son ideales para tener siempre a mano. Incorporar un puñado al desayuno o la merienda fomenta saciedad y equilibrio nutricional.

Cada uno de estos alimentos demuestra que aumentar la ingesta de proteínas es posible sin gastar de más, sólo eligiendo con inteligencia y variedad. La base de una buena alimentación se construye con elecciones cotidianas, accesibles y llenas de sabor.

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