¿Necesitas contactar al equipo editorial? Envía tus correos electrónicos a [email protected] o ve a nuestro formulario.
Estilo de vida

Los cambios que ocurren en tu cuerpo cuando dejas de comer pan

El pan es un alimento básico en la alimentación de muchas personas, pero ¿sabías que eliminarlo de tu dieta puede tener numerosos beneficios para tu cuerpo? 

El pan blanco, especialmente el pan elaborado con harina refinada, carece de valor nutricional, ya que en el proceso de refinamiento del grano de trigo que se hace para obtener harina blanca, se pierden la mayoría de los nutrientes. Se estima que la harina blanca conserva solo el 30% de las sustancias nutritivas durante un período de dos semanas. Esto significa que la mayor parte de los productos elaborados con harina blanca no aporta beneficios significativos para tu salud.

Además de carecer de nutrientes, puede contener sustancias químicas dañinas, puesto que debido a la alta demanda de trigo en todo el mundo, los agricultores suelen tratar los cultivos con pesticidas y fertilizantes para acelerar su crecimiento. Algunos productos de harina blanca también pueden ser sometidos a procesos de blanqueamiento con sustancias químicas, lo que puede dejar residuos en el producto final.

Beneficios de una dieta sin pan

Pérdida de peso

Los carbohidratos presentes en el pan se almacenan en nuestro cuerpo como glucosa y cada gramo de carbohidrato puede retener hasta cuatro veces su peso en agua. Al reducir la ingesta de carbohidratos, también se reduce la retención de líquidos, lo que puede resultar en una pérdida de peso significativa.

Aumento de energía

Los carbohidratos son una fuente importante de energía para nuestro cerebro. Sin embargo, no todos los carbohidratos son iguales. El pan blanco contiene «carbohidratos malos» que pueden tener efectos negativos en nuestro cuerpo y provocar sensación de fatiga. Por el contrario, consumir carbohidratos de calidad, como los presentes en el pan integral o el pan de espelta, que son ricos en fibra y minerales esenciales como el magnesio, el fósforo y el calcio.

Dependencia de la comida

Las harinas refinadas, como la utilizada en el pan blanco, son conocidas por aumentar los niveles de azúcar en la sangre. Un estudio reciente publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition sugiere que estos altibajos en los niveles de azúcar activan los centros de adicción en el cerebro, lo que nos lleva a comer más pan de forma compulsiva.

Mejor salud cardiovascular y prevención de la diabetes

Otro inconveniente de las harinas refinadas es que aumentan los ácidos grasos en el cuerpo, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo II. Por otro lado, según la American Heart Association, los cereales integrales pueden mejorar los niveles de colesterol y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, obesidad y diabetes.

Mejora del funcionamiento intestinal

El consumo de pan multigrano aporta fibra a nuestra dieta. En cambio, el pan blanco no favorece la digestión, ya que es pobre en vitaminas y minerales y prácticamente no contiene nutrientes esenciales y solo aporta calorías «vacías» que dañan nuestro proceso digestivo y el movimiento intestinal.

Cómo sustituir el pan en tu dieta

Cuando hablamos de una dieta sin pan, nos referimos específicamente al pan blanco. Puedes sustituirlo por opciones más saludables, como el pan integral que contiene tres veces más minerales, oligoelementos y vitaminas que el pan blanco. Además, tiene un índice glucémico más bajo y una menor concentración de gluten.

Existen muchas alternativas a la harina de trigo en el mercado. Puedes probar la harina de espelta, maíz, arroz, almendras, mandioca, garbanzos, centeno, entre otras opciones saludables que sustituyen al pan tradicional y aportan los beneficios de estos cereales saludables y nutritivos.

1/5 - (1 voto) ¿Le resultó útil este artículo?
Lee también:
Veronica Pereira