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Los diez empleos que sobrevivirán a la IA en 2030

La conversación correcta no es si la IA quitará trabajo, sino qué trabajos crecerán con ella. Los próximos años traerán cambios profundos, y también oportunidades. Según proyecciones del World Economic Forum, para 2030 se desplazarán unos 92 millones de puestos y se crearán cerca de 170 millones, lo que supone alrededor del 14 % del empleo actual.

Tecnología y energía: trabajos que crecen con la IA, no contra ella

La IA no actúa sola, pide manos, criterio y responsabilidad. Cada nuevo sistema necesita gente que lo diseñe, lo opere y lo controle. El resultado es un mercado que premia a quienes combinan pensamiento crítico, uso de datos y dominio del negocio. En paralelo, la transición energética reclama técnicos y especialistas capaces de convertir planes en instalaciones reales, seguras y eficientes.

En tecnología, la demanda se concentra en desarrollo de software, gestión de datos, automatización y ciberseguridad de base. Son roles que requieren entender problemas, hablar con equipos y traducir procesos en soluciones que funcionen. La IA acelera ese ciclo, pero no lo reemplaza. Quien aprende a modelar, probar y medir impacto, gana ventaja. La formación es accesible, desde FP y grados hasta certificaciones modulares en Python, JavaScript y SQL, con nociones de IA aplicada.

En energía, el empuje es claro. La expansión de la generación, el almacenamiento y la distribución requiere perfiles que instalen, mantengan y optimicen sistemas. La inversión pública y privada suma proyectos en solar, eólica, baterías y redes inteligentes, con recorridos laborales estables y sueldos competitivos. Aquí marcan la diferencia las certificaciones, la seguridad y la capacidad de diagnóstico en campo.

El punto común es la empleabilidad. Son carreras con alta demanda, buenos salarios y vías formativas escalables. Empezar con una FP o un certificado, entrar en prácticas, construir un portafolio medible y crecer en complejidad. La IA abre tareas nuevas, y las organizaciones buscan perfiles que sepan conectar tecnología con resultados.

Desarrollo de software y datos con alta empleabilidad

El software no se mantiene solo. Hacen falta personas que miren requisitos, prioricen y conviertan ideas en productos estables. Resiste por su mezcla de pensamiento crítico, trabajo en equipo y visión del negocio. La IA ayuda con código y test, pero la arquitectura, la integración y la calidad final siguen en manos humanas.

Las rutas formativas son claras. FP de Desarrollo de Aplicaciones, Grado en Informática o itinerarios mixtos con certificaciones en Python, JavaScript y SQL. Añadir bases de IA aplicada mejora el encaje en proyectos de automatización y análisis. Las salidas cubren desarrollo web y móvil, gestión de datos, automatización y ciberseguridad básica para proteger servicios.

Construir un portafolio real es decisivo. Proyectos con usuarios, métricas y documentación enseñan más que una lista de cursos. Un ejemplo útil, una API con autenticación, pruebas y despliegue, o un panel de datos con modelos simples y trazabilidad.

Especialistas en IA y robótica, desde diseño hasta supervisión ética

La expansión de la IA y la robótica empuja roles que van del diseño de modelos a su integración en procesos críticos. Aquí cuentan competencias en validación, control de calidad, gestión de sesgos, seguridad y gobernanza. La tecnología aprende, pero alguien debe probar, explicar y decidir dónde, cómo y con qué límites se usa.

La formación combina Ingeniería, Matemáticas o FP de Automatización y Robótica, con cursos de machine learning y MLOps para llevar modelos a producción. Ganan peso los perfiles híbridos, técnicos que hablan con negocio y cumplen normas. La auditoría ética y el cumplimiento crecen, con tareas de revisión de datos, explicabilidad y evaluación de impacto.

Técnicos en renovables y redes, pilares de la transición energética

La transformación en generación, almacenamiento y distribución de energía ya está en marcha. Se necesitan técnicos que instalen y mantengan solar, eólica, sistemas de baterías y redes inteligentes. El trabajo combina montaje, diagnóstico, calibración y lectura de planos, con soporte digital para monitoreo y seguridad.

Las vías de entrada pasan por FP de Energías Renovables y Electricidad, junto con cursos de prevención de riesgos y operación de planta. La empleabilidad es fuerte por el volumen de inversión y la renovación de infraestructuras. Certificados de fabricante y permisos de trabajo en altura o media tensión mejoran el perfil.

Procesado de alimentos con control humano de calidad y seguridad

El procesado de alimentos resiste por la variabilidad del producto, la seguridad alimentaria y la trazabilidad. Las líneas se automatizan, pero la supervisión, el control de calidad, el mantenimiento básico y la mejora continua dependen del criterio humano. Un lote mal etiquetado o una desviación de temperatura exigen decisión inmediata.

La formación idónea incluye FP de Industrias Alimentarias, sistemas APPCC y ISO 22000. La demanda se mantiene estable, por el consumo esencial y la red de cadena de frío que no se puede detener. Quien domina protocolos, higiene y registros tiene recorrido dentro de plantas con turnos bien pagados.

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Personas primero: salud, apoyo social y servicio al cliente

Las tareas que exigen empatía, juicio y comunicación siguen protegidas. El envejecimiento de la población y la mayor cronicidad sostienen la demanda sanitaria y social. La tecnología ayuda con datos y coordinación, pero la relación con pacientes y usuarios, la escucha y la toma de decisiones siguen en manos humanas.

En el comercio, la tienda física se apoya en analítica y sistemas, pero la experiencia de cliente es humana. Resolver incidencias, asesorar y crear confianza marca la diferencia. Quien combina atención, gestión y uso de herramientas digitales se vuelve imprescindible en modelos omnicanal.

Enfermería y atención sanitaria con alta demanda

La presión asistencial crece por edad y cronicidad. La valoración clínica, la comunicación con pacientes y familias y la coordinación con equipos no se automatizan. La teleasistencia apoya, no sustituye. Se buscan profesionales con orden, criterio y manejo de sistemas.

Las rutas pasan por Grado en Enfermería y TCAE, con cursos de teleasistencia y herramientas digitales para registro y seguimiento. Sirven habilidades como gestión del tiempo, educación para la salud y uso seguro de aplicaciones clínicas. El resultado es más calidad y menos errores.

Trabajo social y salud mental, vínculo humano insustituible

La intervención social requiere acompañamiento emocional, mediación y gestión de casos multilaterales. Ningún algoritmo visita un hogar o negocia una red de apoyo real. Los equipos necesitan profesionales que entiendan contextos y den seguimiento con constancia.

La formación incluye Trabajo Social, Psicología y posgrados en salud mental comunitaria y adicciones. La coordinación con servicios públicos y ONGs se apoya en herramientas digitales, pero la relación es el centro. Un buen registro, una agenda clara y una comunicación cercana sostienen los resultados.

Venta en tienda y comercio omnicanal con experiencia humana

Los datos guían, la venta la cierra una persona. La tienda física usa CRM, POS y paneles de ventas, pero la atención al cliente y la venta consultiva requieren escucha y criterio. La omnicanalidad une web, redes y tienda, y el vendedor ayuda a que todo encaje.

La FP de Comercio y Marketing y cursos de CRM, POS y atención omnicanal abren puertas. Sirven habilidades en comunicación, orden y análisis básico de ventas. Conocer el catálogo y leer indicadores sencillos acelera cierres y fideliza.

Oficios esenciales y logística: empleo estable con buena proyección

Los trabajos de campo son más difíciles de automatizar por su variabilidad, el trato con entornos cambiantes y la seguridad. Se suman picos de actividad por comercio electrónico y transición ecológica. Hacia 2030 crecen fuerte los conductores de reparto y el trabajo agrícola, con millones de puestos nuevos en todo el mundo.

La logística necesita personas que cumplan rutas, cuiden el servicio y manejen herramientas de ruteo y seguimiento. El campo demanda operarios que dominen maquinaria, riego y agricultura de precisión. La estabilidad viene de necesidades básicas, alimentos y distribución, que no se detienen.

Construcción y oficios cualificados con contratos constantes

La obra cambia cada día. Se resiste a la automatización por su complejidad práctica, la solución de problemas en sitio y la seguridad. Perfiles como electricistas, fontanería, albañilería y climatización tienen flujo constante de contratos en obra nueva y mantenimiento.

La entrada natural está en FP de la familia de Edificación y Obra Civil y de Instalación y Mantenimiento, más carnés profesionales y PRL. Una vía con futuro es la rehabilitación energética, que suma aislamiento, ventanas y equipos más eficientes. El resultado es empleo estable y salarios que crecen con la especialización.

Reparto y última milla impulsados por el comercio electrónico

El auge del ecommerce impulsa la última milla. Se proyectan millones de nuevos puestos en camiones ligeros y reparto urbano. Las tareas combinan planificación de rutas, servicio al cliente y uso de apps de ruteo y escáneres. La puntualidad y el cuidado del paquete marcan la diferencia.

Para empezar bastan permisos B o C, y cursos de logística y seguridad vial. Hay progresión hacia coordinación o almacén, con manejo de inventario y sistemas. El trabajo es físico, pero ofrece horarios variados y demanda constante.

Agricultura tecnificada y operarios de campo con más oportunidades

La transición verde y la adaptación climática empujan el empleo rural. Se prevén decenas de millones de nuevos puestos de aquí a 2030 en agricultura, sumados a los actuales. El trabajo combina maquinaria, riego, agricultura de precisión y control de plagas, con soporte de sensores y mapas.

Las vías formativas pasan por FP Agraria, y certificaciones de fitosanitarios y riego. La demanda de alimentos y la gestión del agua sostienen la estabilidad. Quien aprende a calibrar, medir y registrar, mejora el rendimiento y el salario.

Elegir una ruta con futuro no es una apuesta ciega, es un plan. La combinación de habilidades humanas y competencias digitales abre puertas hasta 2030. El primer paso puede ser un programa corto, de 3 a 6 meses, para ganar base técnica y una práctica guiada. Conviene fijar un objetivo, construir un proyecto medible y pedir feedback. La oportunidad está en moverse ahora, con un plan simple y constancia.

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