Los tres dispositivos que jamás debes desenchufar de la electricidad

En un hogar moderno, los dispositivos electrónicos no solo facilitan la vida, también marcan el ritmo de la rutina diaria. Muchas personas apuestan por desenchufar todo al salir para reducir el consumo, pero esta práctica puede tener consecuencias negativas si se aplica a ciertos equipos.
Mantener algunos aparatos conectados es más que una cuestión de comodidad: afecta la vida útil, el rendimiento y, a veces, la seguridad del propio dispositivo. Conocer cuáles deben quedarse siempre enchufados resulta fundamental para evitar fallos costosos o pérdidas de funcionalidad inesperadas.
Por qué algunos dispositivos siempre deben permanecer conectados
No todos los aparatos electrónicos están preparados para funcionar bien si se desconectan de forma abrupta. Existen motivos técnicos detrás de esta necesidad. Muchos dispositivos realizan tareas de mantenimiento interno cada cierto tiempo, incluso cuando parecen estar apagados. Esto incluye desde la limpieza automática de componentes, la sincronización de datos, hasta la instalación de actualizaciones esenciales para su funcionamiento.
Al desenchufar un dispositivo antes de que finalice estos procesos, se corre el riesgo de acortar su vida útil o forzar ciclos de limpieza innecesarios. Los equipos diseñados para operar en modo standby suelen consumir muy poca energía, pero ese pequeño gasto es vital para proteger piezas delicadas y asegurar un rendimiento óptimo. Además, una desconexión inadecuada puede provocar errores que, en algunos casos, terminan en averías serias y costosas.
Impresoras de inyección de tinta
Estos dispositivos suelen pasar desapercibidos cuando se piensa en ahorro energético. Sin embargo, desenchufar una impresora de tinta sin realizar el apagado correcto puede traer consecuencias muy caras. Cuando se apagan de manera brusca, el cabezal de impresión puede quedar mal posicionado, lo que obliga al aparato a iniciar procesos de limpieza automática la próxima vez que se encienda.
Estos ciclos extra consumen una cantidad notable de tinta, elevando el gasto y aumentando el desgaste de piezas esenciales. El resultado puede ser un rendimiento menor o incluso daños permanentes en el cabezal, una de las partes más sensibles y costosas de estos equipos. Cuando sea necesario apagar la impresora, siempre hay que usar el botón de encendido y esperar a que termine el ciclo de reposo antes de desconectarla.
Televisores OLED
Los televisores OLED han revolucionado la experiencia de ver contenidos en casa por la calidad insuperable de su imagen. Sin embargo, estos equipos dependen de estar conectados a la electricidad de manera continua para mantener esa calidad por años. Al apagar el televisor mediante el botón, el dispositivo entra en modo standby, donde ejecuta ciclos de mantenimiento y actualizaciones de software.
Estos ciclos protegen los píxeles de desgaste prematuro y corrigen posibles imperfecciones en la imagen. Si se desenchufa el aparato antes de terminar estos procesos, los píxeles pueden deteriorarse y aparecer manchas o líneas permanentes. Además, perder actualizaciones puede dejar vulnerabilidades abiertas o afectar funciones inteligentes. La mejor práctica es apagar el OLED con el mando y dejarlo siempre conectado a la red eléctrica.

Routers WiFi
Hoy, la conectividad doméstica es imprescindible: desde el trabajo remoto hasta el entretenimiento dependen de una red estable. El router WiFi es el corazón de esa red. Muchos usuarios piensan que apagarlo durante la noche ahorra energía, pero este hábito perjudica a largo plazo. Cuando se desenchufa el router, se interrumpe el flujo de actualizaciones automáticas y los dispositivos pierden sincronización.
Sumado a esto, los cortes frecuentes pueden provocar errores en el equipo y afectar la estabilidad de la conexión a internet, lo que puede requerir incluso un reemplazo prematuro del aparato. Mantener el router siempre encendido garantiza una red fluida, conecta correctamente todos los dispositivos inteligentes del hogar y reduce la posibilidad de fallos o ataques informáticos.
Los riesgos y beneficios de desenchufar otros aparatos
No todos los dispositivos requieren estar conectados las 24 horas. Desconectar algunos equipos sí ofrece beneficios claros, como el ahorro de energía y la prolongación de la vida útil de baterías o componentes eléctricos. Sin embargo, la clave está en diferenciar cuáles aparatos se ven realmente afectados por una interrupción y cuáles no.
Los dispositivos que solo operan cuando se usan, o que no tienen sistemas internos de mantenimiento, pueden cortarse sin problema, siempre y cuando no estén en uso ni contengan información crítica en ese momento. Ahorrar en pequeños consumos fantasma acumulados puede marcar diferencias al final del mes, pero jamás a costa de dañar equipos esenciales.
Dispositivos recomendados para desconectar
Entre los equipos que sí se recomienda desconectar tras su uso están los cargadores de móviles, pequeños electrodomésticos de cocina como tostadoras o cafeteras, y regletas sin botón de apagado. Al eliminar el consumo en standby de estos aparatos, se reduce la factura eléctrica y se evitan posibles riesgos en la instalación, como cortocircuitos.
Los cargadores, por ejemplo, continúan gastando energía al estar enchufados, aunque no tengan un teléfono conectado. Además, pueden recalentarse y aumentar el peligro de accidentes eléctricos. Los electrodomésticos pequeños, si se dejan conectados, suman poco consumo pero mucho riesgo si hay una subida de tensión inesperada. Mantener estos aparatos desconectados mejora la seguridad y la eficiencia en el hogar.
Riesgos eléctricos en eventos meteorológicos
Las tormentas eléctricas representan uno de los mayores peligros para los dispositivos electrónicos. En estos casos, lo recomendable es desconectar todo: tanto de la corriente como de entradas de antena o red. Los picos de tensión que pueden llegar a través de la red eléctrica dañan placas electrónicas en segundos, sin posibilidad de reparación.
Los equipos más vulnerables durante tormentas son ordenadores, televisores y electrodomésticos con placas de control. El costo de reparación suele ser muy alto y muchas veces las garantías no cubren daños por subida de tensión. Ante la amenaza de rayos o tormentas intensas, desenchufar todo es la mejor protección para evitar pérdidas irreparables en segundos.