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Insólito

Mató a su esposa con veneno para ratas después de que ella descubriera una infidelidad

Larissa Rodrigues era una profesora de pilates de 37 años en Ribeirão Preto, Brasil. Su historia ha sacudido a la opinión pública por su combinación de traición, muerte y una investigación policial que aún sigue sorprendiéndonos. Larissa fue envenenada luego de descubrir la infidelidad de su esposo, el médico Luiz Antonio Garnica. Los detalles que han salido a la luz han generado indignación y alarma tanto en la sociedad como en los medios, aumentando la preocupación por la facilidad de acceso a sustancias tan peligrosas en los hogares.

Infidelidad, sospechas y pruebas reveladoras

Larissa comenzó a sospechar de su esposo cuando notó cambios extraños en su comportamiento y frecuentes ausencias con explicaciones vagas. Como muchas mujeres, decidió buscar pruebas antes de enfrentarlo, por lo que revisó su celular y encontró mensajes sugestivos. No se quedó solo con eso: comenzó a filmar discretamente algunas situaciones en casa y guardó objetos personales que consideró evidencias.

Luiz Antonio Garnica intentó crear una coartada, alegando que estaba en el cine con su amante cuando Larissa enfermó gravemente. Sin embargo, los vídeos y el registro de mensajes resultaron cruciales para la investigación. La familia de Larissa, al saber que ella había expuesto la infidelidad, se tornó clave en el curso de las averiguaciones. Las pruebas reunidas permitieron a la policía reconstruir las últimas horas de Larissa y destapar una cadena de hechos premeditados.

El método: uso de raticida y evidencia forense

El arma del crimen fue el chumbinho, un raticida ampliamente empleado en la región. Este producto es ilegal y, aun así, fácil de conseguir en el mercado negro. La autopsia señaló la presencia de sustancia tóxica en su cuerpo; los síntomas de Larissa coincidían con una intoxicación progresiva.

Larissa presentó náuseas y debilidad días antes de su muerte y ella misma relató sentirse peor tras visitar a su suegra, Elizabete Arrabaça, quien intentó comprar chumbinho poco antes del crimen. Se sospecha que el veneno fue administrado en dosis pequeñas a lo largo de varios días, hasta que el cuerpo no resistió más.

Al revisar la casa, los peritos hallaron rastros de chumbinho y encontraron mensajes en los celulares de los implicados investigando cómo administrar el veneno sin dejar huellas. El comportamiento del médico fue frío y calculador. Al regresar al hogar tras la muerte de Larissa, intentó limpiar y ordenar la escena, eliminando posibles pruebas y hasta justificando la enfermedad frente a otros familiares. La investigación policial se apoya en pericias toxicológicas avanzadas y el análisis de los dispositivos electrónicos de los sospechosos.

Implicados y líneas de investigación policial

La responsabilidad de Luiz Antonio Garnica está prácticamente confirmada por los hallazgos forenses y la reconstrucción de sus movimientos. Pero el crimen no fue un acto aislado: la policía también detuvo a su madre, Elizabete Arrabaça, por su participación activa, y la investigación se amplió a la amante del médico.

El médico Luis Antonio Garnica (Foto: gentileza g1).

Ambos familiares entregaron sus teléfonos a las autoridades y entre los mensajes recuperados, se halló información sobre la compra y administración del veneno, así como intentos de encubrimiento y coordinación de coartadas. Testimonios de personas cercanas confirmaron que Elizabete mostró un comportamiento extraño antes y después del homicidio, y que incluso buscó consejos para el uso del raticida.

El contexto familiar revela antecedentes de discusiones y maltrato psicológico, lo que refuerza la hipótesis de un crimen de fondo violento. Expertos consideran que el caso destapa una red de complicidades y silencios, propios de muchos episodios de violencia familiar que no llegan a resolverse.

Venenos domésticos: riesgo real y antecedentes en la región

El caso de Larissa no es un hecho aislado. El uso de raticidas y otras sustancias comunes en crímenes domésticos se ha incrementado tanto en Brasil como en Argentina. Productos como el chumbinho, a base de compuestos anticoagulantes, son letales incluso en dosis pequeñas. Resultan difíciles de detectar en un primer momento y suelen causar síntomas parecidos a una enfermedad común, lo que retrasa la atención médica y el descubrimiento del crimen.

La regulación de estos venenos es limitada, y el mercado negro los ofrece sin control alguno. Las historias reseñadas en la prensa de ambos países muestran que estos crímenes suelen estar marcados por la planificación y la dificultad para que las víctimas accedan a ayuda a tiempo. La toxicología forense juega un papel fundamental para esclarecer muertes sospechosas, pero muchas veces el daño ya es irreversible.

En varios casos recientes, la recolección de pruebas y el análisis de sangre y órganos han permitido descubrir la verdad detrás de muertes inexplicables. Sin embargo, la poca conciencia social sobre el riesgo de utilizar estos productos en casa contribuye a que sigan ocurriendo tragedias como la de Larissa.

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