¿Alguna información? ¿Necesitas contactar al equipo editorial? Envía tus correos electrónicos a [email protected] o ve a nuestro formulario.
SaludSexo y relaciones

Me quiero hacer una prueba de ITS, ¿Qué debo saber?

Pensar en una prueba de infecciones de transmisión sexual (ITS) puede causar dudas y hasta cierto nerviosismo, pero hacerse la prueba es parte esencial del autocuidado. Las ITS muchas veces no muestran síntomas evidentes, aunque pueden afectar la salud en silencio durante meses o años. La conciencia sobre la salud sexual está creciendo, y conocer cómo, cuándo y por qué hacerse una prueba puede cambiar la vida de una persona o de su pareja.

Información clave antes de realizarte una prueba de ITS

Entender el funcionamiento de las ITS y cómo se desarrollan ayuda a tomar mejores decisiones sobre la salud. Detectar y tratar a tiempo evita problemas que pueden ir desde molestias leves hasta complicaciones graves como infertilidad o infecciones crónicas.

¿Qué son las ITS y cómo se transmiten?

Las ITS son infecciones causadas por bacterias, virus o parásitos, que se transmiten normalmente por contacto sexual. Las más comunes incluyen clamidia, gonorrea, VIH, sífilis, herpes simple y VPH. La transmisión ocurre por compartir fluidos corporales en relaciones vaginales, anales y orales, y más raramente por el contacto con heridas, besos (caso del herpes oral), sangre y de la madre al bebé en el embarazo. Un simple descuido puede llevar a una infección sin que la persona lo perciba.

Existen ITS de origen bacteriano como la gonorrea y la clamidia, que suelen curarse con antibióticos. Otras, como el VIH y el herpes, son provocadas por virus; se controlan pero no se eliminan del organismo, aunque gracias a la medicina, se puede tener una vida saludable con tratamiento.

¿Por qué es importante hacerme la prueba aunque no tenga síntomas?

El gran problema de las ITS es su capacidad para permanecer sin síntomas. Muchas personas pueden contagiarse y no sentir molestias durante semanas, meses o incluso años. Esto permite que la infección avance y, lo más preocupante, que se transmita a otras personas o cause daños a largo plazo, como infertilidad, embarazo ectópico, lesiones en órganos o infecciones neonatales.

Detectar temprano permite tratar de inmediato, evitar complicaciones en la salud sexual y reproductiva, y reducir la posibilidad de contagiar a más personas. Incluso un resultado negativo brinda tranquilidad y guía sobre prácticas seguras.

¿Quiénes deben considerar hacerse una prueba de ITS?

Cualquier persona que tenga vida sexual activa debe pensar en estos estudios. Aumenta el riesgo si se han tenido múltiples parejas sexuales, relaciones sin preservativo, antecedentes de ITS, o embarazo. Hombres que tienen sexo con hombres, personas con VIH, quienes ejercen trabajo sexual y mujeres menores de 25 años son grupos donde se recomienda mayor frecuencia en las pruebas.

Pedir una prueba no significa haber hecho algo malo. Significa cuidarse y cuidar a otros.

Foto Freepik

Aspectos prácticos sobre las pruebas de ITS

Acudir a una prueba de ITS es más sencillo de lo que parece. Existen métodos modernos, muestras poco invasivas y opciones tanto en casa como en clínicas especializadas.

Tipos de pruebas y cómo se toman las muestras

Hoy se emplean técnicas avanzadas como las pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT), que detectan el material genético de los patógenos con gran exactitud. Se pueden usar muestras de orina, hisopos genitales, anales, faríngeos e incluso sangre. Para VIH y sífilis se suelen pedir muestras sanguíneas; el VPH se detecta a través de citologías o pruebas de ADN en mujeres.

También existen pruebas rápidas y autopruebas, pensadas para obtener un resultado en pocos minutos fuera del laboratorio, aunque siempre es recomendable confirmar un diagnóstico positivo con estudios más específicos.

La forma de tomar la muestra influye mucho en el resultado. Seguir las indicaciones del personal sanitario ayuda a evitar errores o falsos negativos.

¿Cómo prepararse para una prueba de ITS?

Lee también:

Prepararse para estos estudios casi nunca requiere ayuno, pero sí hay algunas recomendaciones simples: evitar orinar al menos una hora antes de la prueba si se analizará orina, abstenerse de relaciones sexuales en las 24 horas previas si es posible, e informar de cualquier medicamento que se esté tomando, ya que algunos antibióticos pueden alterar el resultado.

Aclarar todas las dudas con el personal de salud es parte del proceso. No hay preguntas tontas y preguntar ayuda a reducir el miedo o vergüenza.

Resultados, tiempos de espera y pasos siguientes

Los tiempos de entrega de resultados varían según el tipo de prueba y laboratorio, desde minutos en pruebas rápidas hasta varios días en análisis tradicionales. La confidencialidad se cuida siempre; los datos personales y diagnósticos quedan protegidos por ley.

Frente a un resultado positivo, recibir apoyo médico y psicológico es fundamental. Existen tratamientos efectivos, especialmente para infecciones bacterianas, y el médico guiará en la notificación a parejas y el manejo adecuado. Si el resultado es negativo, no significa que no exista riesgo futuro; conviene repetir las pruebas según recomendaciones en caso de conductas de riesgo continuas o nuevas parejas.

Las autopruebas sirven como una herramienta inicial, pero un resultado positivo debe confirmarse en clínica para descartar errores.

Tener información clara y acudir a la prueba con la mente abierta ayuda a romper mitos, proteger la salud y cuidar de quienes más importan. Revisar el estigma y alejar la vergüenza es un paso hacia una vida sexual más segura, plena y consciente. Mantenerse informado y consultar profesionales de la salud ante dudas es siempre la mejor decisión.

¿Le resultó útil este artículo?