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Estilo de vida

No empieces el otoño sin seguir estos 5 consejos de salud

Con la llegada del otoño, los días se acortan y las temperaturas bajan. Esta estación marca un cambio de ritmo que puede afectar tanto al cuerpo como a la mente. El ambiente invita, sin darse cuenta, a hábitos que pueden debilitar las defensas o alterar el estado de ánimo. Sin embargo, prepararse de manera consciente transforma el otoño en una oportunidad para cuidarse y evitar problemas tan comunes como resfriados, bajones de energía o el típico malestar emocional.

Cuida la alimentación y la hidratación diaria

Adoptar una alimentación equilibrada en otoño garantiza energía constante y un sistema inmunológico fuerte. Es la temporada ideal para llenar el plato de alimentos ricos en vitaminas, como zanahorias, calabazas, espinacas, manzanas o peras. Estos ingredientes aportan fibra, antioxidantes y minerales que ayudan a mantener la vitalidad y a prevenir infecciones.

Cocinar en casa marca la diferencia, pues los platos preparados con ingredientes frescos aportan más nutrientes y menos aditivos. En otoño suele disminuir la sensación de sed y, por eso, es común descuidar la hidratación. Beber suficiente agua diario mantiene húmedas las mucosas, que son la primera barrera de defensa del organismo frente a virus y bacterias.

Las infusiones y tés sin azúcar son aliados para hidratarse y reconfortar el cuerpo durante los días más fríos. Masticar bien cada bocado y dedicar tiempo a la comida ayuda a percibir la saciedad más rápido, evitando excesos. No está de más aprender a diferenciar entre hambre real y apetito: muchas veces el cuerpo pide líquidos cuando parece que tiene hambre. Un vaso de agua antes de comer puede ayudar a calmar el impulso.

Foto Freepik

Construye una rutina para fortalecer el cuerpo y la mente

La actividad física regular, incluso cuando hace frío o hay menos horas de luz, es una de las mejores inversiones para la salud. Mantenerse en movimiento —ya sea saliendo a caminar, montando en bicicleta o siguiendo rutinas en casa— no solo fortalece los músculos, también eleva el ánimo y combate el estrés propio de la rutina otoñal.

El ejercicio en interiores, practicar yoga o seguir videos de entrenamiento son alternativas cómodas y accesibles. No hay que esperar a tener “tiempo de sobra”: pequeñas pausas activas a lo largo del día, como estirarse o caminar unos minutos, logran grandes beneficios.

La clave está en respetar horarios fijos para las comidas y el sueño. Un reloj biológico estable influye directamente en el bienestar físico y mental. Cena a la misma hora, apaga las pantallas antes de dormir, y prioriza un ambiente limpio y ventilado para garantizar un descanso reparador.

Otra costumbre esencial en otoño es la higiene personal y del hogar. Lavar bien las manos y limpiar con regularidad las superficies de uso frecuente disminuye el riesgo de infecciones que suelen multiplicarse en esta estación. Prestar atención a estos pequeños gestos de rutina es tan importante como la alimentación o el ejercicio.

Brindarse espacios tranquilos al comer ayuda a centrar la atención en el momento presente, mejora la digestión y reduce la ansiedad asociada al ritmo acelerado postvacaciones.

Fortalece tus defensas y bienestar emocional

El otoño es la mejor época para llevar al día las vacunas recomendadas como la de la gripe y, si corresponde, la COVID-19. Un chequeo médico anual permite detectar a tiempo posibles carencias, como la de vitamina D, frecuente por la reducción de la exposición solar.

No todo es físico; el bienestar emocional se ve afectado en estos meses por la reducción de luz natural. Mantener el ánimo arriba requiere esfuerzo consciente: reserva tiempo cada día para actividades que disfrutes, mantén el contacto con amigos y familiares, y prueba técnicas de relajación como respiración profunda, música suave o meditación.

Ventilar los espacios interiores cada mañana, así como emplear humidificadores, favorece el confort y evita problemas respiratorios asociados a la calefacción. También conviene destinar momentos específicos para el descanso y la reflexión. El cambio de estación es un buen momento para revisar rutinas, fijar nuevos objetivos y recordar pequeños logros diarios.

Estos sencillos gestos contribuyen a que el paso del verano al otoño no solo transcurra sin sobresaltos, sino que impulse una versión más consciente, fuerte y positiva de uno mismo.

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