No tomes ibuprofeno sin antes saber esto
Antes de abrir una caja y tomar una pastilla, es fundamental saber qué puede ocurrir realmente dentro de tu cuerpo.

En la mayoría de los hogares, el ibuprofeno se encuentra tan al alcance como una taza de café, porque la facilidad para comprarlo sin receta ha creado la idea de que es un fármaco seguro y prácticamente inofensivo. Sin embargo, los riesgos de tomar ibuprofeno, especialmente en dosis elevadas o sin consultar a un profesional de la salud, pueden llegar a ser graves e incluso mortales.
El ibuprofeno pertenece a los antiinflamatorios no esteroideos o AINEs. Su principal función es reducir el dolor, la inflamación y la fiebre, y la gente suele recurrir a él por dolores de cabeza, molestias dentales, articulares, musculares y problemas menstruales. También es muy usado en enfermedades como la artritis.
Este medicamento actúa bloqueando unas sustancias llamadas prostaglandinas, que son responsables de generar dolor e inflamación en el cuerpo. Aunque suele ser efectivo, el ibuprofeno no debe usarse como “solución mágica” para cualquier malestar. Es importante mencionar que la supervisión médica es la mejor manera de evitar complicaciones, sobre todo si se planea tomarlo varios días seguidos.
Riesgos cardiovasculares y digestivos del ibuprofeno
Muchas personas no saben que el ibuprofeno puede afectar gravemente al corazón y al aparato digestivo, sobre todo cuando se toma sin control. Si tienes alguna afección previa, el daño puede ser mucho mayor. Además, el abuso del ibuprofeno puede dejar secuelas importantes y, en personas vulnerables, el desenlace puede ser fatal.
Complicaciones gastrointestinales
Un daño frecuente y peligroso está en el sistema digestivo, porque puede generar úlceras en el estómago o el intestino. Estas heridas pueden sangrar, lo que lleva a una hemorragia interna. En los peores casos, el daño avanza y perfora la pared del estómago o del intestino, provocando un cuadro médico de urgencia que necesita cirugía inmediata. Las molestias abdominales, las náuseas y un dolor fuerte e inesperado pueden ser señales de alerta.
Si tienes antecedentes de úlceras, hemorragias digestivas o problemas gástricos, el ibuprofeno resulta aún más peligroso.
Riesgo cardiovascular
La relación entre el uso de ibuprofeno y los problemas cardíacos no es solo un rumor, ya que este medicamento puede aumentar el riesgo de infarto y de accidente cerebrovascular, sobre todo en personas con antecedentes cardiovasculares o que usan dosis altas durante mucho tiempo. Si además padeces hipertensión, insuficiencia cardíaca o tienes el colesterol elevado, el peligro crece.
Incluso a quienes nunca han tenido problemas de corazón, el uso prolongado puede traer consecuencias inesperadas.

Efectos secundarios frecuentes y graves
No solo el corazón y el estómago pueden verse afectados, el ibuprofeno también puede provocar molestias leves, como dolor de cabeza, mareo o erupciones en la piel. Pero en ocasiones, aparecen reacciones alérgicas graves, dificultad para respirar, inflamación en la cara o picazón intensa, síntomas que nunca se deben ignorar.
El riñón es uno de los órganos más sensibles al ibuprofeno, incluso en personas sanas. El medicamento puede causar insuficiencia renal y aumentar la acumulación de toxinas en el cuerpo. Si notas hinchazón en tobillos, orina muy oscura o fatiga extrema, debes acudir rápido al médico.
El hígado también puede resultar dañado, con síntomas como coloración amarillenta de la piel o de los ojos, picor generalizado y dolor abdominal. En algunos casos, el ibuprofeno puede alterar el sistema nervioso, provocando confusión, convulsiones o incluso coma en una sobredosis.
Contraindicaciones y advertencias sobre el uso de ibuprofeno
No todo el mundo puede tomar ibuprofeno. Por ese motivo, está contraindicado en personas alérgicas a este fármaco, quienes tienen asma inducida por AINEs, úlceras activas, insuficiencia renal o hepática avanzada.
Por otro lado, el embarazo es un periodo especialmente sensible y en el tercer trimestre, el ibuprofeno puede dañar al feto. En la vejez, los riesgos de daño renal, digestivo y cardiovascular aumentan mucho. Igualmente, quienes tienen antecedentes de hipertensión, insuficiencia cardíaca o problemas de coagulación deben evitarlo o tomarlo solo bajo estricta vigilancia médica.
Interacciones con otros medicamentos y automedicación
Muchos no se imaginan los riesgos de combinar ibuprofeno con otros medicamentos. Usarlo junto a anticoagulantes, antidepresivos ISRS, litio o antiagregantes puede aumentar posibilidades de sangrado, toxicidad o complicaciones en el sistema nervioso. El ibuprofeno también interactúa con otros antiinflamatorios, corticoides y ciertos diuréticos.
Recuerda que la automedicación y el uso por largos periodos son prácticas peligrosas y que no todo dolor necesita ibuprofeno. Ignorar las advertencias puede traer más problemas que alivios.