¿Alguna información? ¿Necesitas contactar al equipo editorial? Envía tus correos electrónicos a [email protected] o ve a nuestro formulario.
Salud

Papá o mamá: ¿De qué padre los niños heredan la inteligencia? ¡La ciencia ha hablado!

¿Alguna vez te has preguntado si los niños heredan su inteligencia de papá o mamá? Descubrir de dónde provienen nuestras habilidades cognitivas ha sido un tema de interés para científicos durante décadas. Aunque muchas personas creen que la inteligencia es resultado de una mezcla igualitaria entre ambos padres, investigaciones recientes han revelado datos sorprendentes. Aquí te contamos todo sobre este fascinante hallazgo.

¿Por qué la genética materna juega un papel crucial?

La clave está en los cromosomas, esas diminutas estructuras que contienen nuestra información genética. Las mujeres poseen dos cromosomas X, mientras que los hombres tienen uno X y otro Y. Según varios estudios, los genes relacionados con la inteligencia se encuentran principalmente en el cromosoma X, lo que significa que las madres tienen una mayor probabilidad de transmitirlos a sus hijos.

Esto no quiere decir que los padres no aporten a las capacidades intelectuales, pero los genes paternos, en su mayoría ubicados en el cromosoma Y, no tienen una relación directa con las funciones cognitivas.

Además, investigaciones con ratones modificados genéticamente han demostrado que los genes maternos tienden a concentrarse en las áreas del cerebro responsables de la memoria, el lenguaje y el aprendizaje. Por otro lado, los genes paternos influyen más en características físicas o emocionales.

No es sólo genética: el entorno también importa

Aunque los estudios han señalado que entre el 40% y el 60% de la inteligencia es hereditaria, el resto depende de factores ambientales. La educación, el compromiso emocional durante la infancia y el acceso a estímulos intelectuales tienen un impacto significativo en el desarrollo cognitivo. Un ejemplo claro es un estudio de la Universidad de Washington, que demostró que los niños con vínculos fuertes con sus madres tienen un hipocampo (región cerebral vinculada al aprendizaje y la memoria) un 10% más grande que los niños con menos apoyo emocional.

El papel de la madre no se limita a la transmisión genética; su amor y cuidado pueden actuar como un verdadero “booster” neuronal. Esto refuerza la idea de que la inteligencia no se mide únicamente en términos genéticos, sino también a través de las experiencias emocionales y de aprendizaje.

Foto Freepik

Papá también deja su huella

Aunque los estudios destacan el mayor peso de los genes maternos en la inteligencia, eso no significa que los papás queden fuera del cuadro. Los genes paternos parecen influir de forma más significativa en la forma en que un niño desarrolla aspectos emocionales, como su manejo del estrés o sus habilidades para socializar. Estos elementos, aunque no directamente relacionados con la inteligencia, son cruciales para el éxito en la vida.

Además, la figura paterna puede contribuir enormemente al desarrollo intelectual a través del estímulo, la motivación y el ejemplo. Al final, el entorno creado por ambos padres desempeña un papel vital en el desarrollo integral del niño.

¿Cómo influyen los genes en la estructura cerebral?

La distribución de los genes maternos y paternos parece actuar de manera diferente dentro del cerebro. Están los genes “condicionados”, que se activan dependiendo de si provienen del padre o de la madre. Según investigaciones en animales, los genes maternos están más presentes en el córtex prefrontal, que es el área asociada con las funciones cognitivas avanzadas como la planificación, la toma de decisiones y el autocontrol.

Por su parte, los genes paternos tienden a concentrarse en el sistema límbico, relacionado con las emociones y los instintos básicos. Esta interesante diferencia sugiere que ambos tipos de genes juegan roles complementarios en el desarrollo cerebral, aunque los genes maternos tienen una incidencia más directa en las habilidades intelectuales.

¿La inteligencia viene “programada”?

Aunque no cabe duda de que los genes tienen un gran peso, la inteligencia no está completamente determinada desde el nacimiento. Genes y ambiente trabajan juntos en un constante tira y afloja. La calidad de la educación, los estímulos intelectuales proporcionados desde una edad temprana, la curiosidad promovida por los padres y el acceso a recursos como libros, juegos didácticos o actividades culturales resultan esenciales.

Incluso si una persona hereda predisposiciones genéticas favorables, estas necesitan un entorno adecuado para desarrollarse plenamente. Esto refuerza la importancia de crear un ambiente emocionalmente enriquecedor y lleno de estímulos positivos para aprovechar al máximo el potencial cognitivo.

La ciencia aún tiene preguntas por responder

Aunque los estudios actuales arrojan luz sobre la genética de la inteligencia, los investigadores coinciden en que no existe un gen único responsable de las capacidades intelectuales. En cambio, se estima que hay miles de genes, cada uno con un pequeño efecto, trabajando en conjunto. Esto complica predecir cómo se manifestará la inteligencia en un individuo.

Lee también:

Además, factores como la salud, la nutrición y los estímulos intelectuales también influyen poderosamente, demostrando que aunque la genética puede proporcionar el plano básico, el entorno construye la estructura.

5/5 - (2 votos) ¿Le resultó útil este artículo?