Pensé que mis dolores de cabeza se debían a que tenía dos hijos y era un tumor cerebral
La vida de un padre puede ser agotadora y estresante, especialmente cuando se tiene que equilibrar el trabajo, cuidar de los hijos y mantener una vida social activa. Para Gary Mackay, un hombre de 38 años en el Reino Unido, los dolores de cabeza y la falta de energía que experimentaba parecían ser simplemente los efectos secundarios de la vida cotidiana. Sin embargo, lo que él atribuía al estrés de criar a sus dos hijos resultó ser algo mucho más serio: un tumor cerebral.
La vida de un padre agotado
Como padre de dos hijos pequeños, Gary Mackay tenía una vida ocupada. Trabajaba 40 horas a la semana, se ocupaba de sus hijos y trataba de mantener una vida social activa. Sin embargo, los dolores de cabeza y la falta de energía comenzaron a afectarlo de manera significativa. Mackay atribuía estos síntomas al estrés de su vida diaria, pero pronto descubriría que había algo más preocupante detrás de ellos.
En noviembre de 2022, la vida de Mackay dio un giro inesperado. Mientras se encontraba en el baño en medio de la noche, se desplomó en el suelo y se despertó desorientado. Fue llevado de urgencia al hospital, donde inicialmente se sospechaba que había sufrido un derrame cerebral. Sin embargo, después de someterse a una tomografía computarizada, recibió un diagnóstico completamente diferente en su cumpleaños número 37: un astrocitoma de grado 2, un tipo raro de tumor cerebral.
La conexión entre los síntomas y el tumor cerebral
Para Mackay, el diagnóstico fue un shock, pero al mismo tiempo, todo comenzó a tener sentido. Los dolores de cabeza intensos y la falta de energía que había estado experimentando eran causados por el tumor cerebral. El astrocitoma de grado 2 se infiltra en el tejido cerebral sano y crece lentamente, sin tener bordes bien definidos. Aunque las cirugías pueden ser efectivas, es difícil eliminar por completo el tumor debido a sus proyecciones similares a tentáculos que se extienden hacia los tejidos circundantes.
La espera y los desafíos
Después de su diagnóstico, Mackay tuvo que esperar para someterse a la cirugía para extirpar el tumor de su cerebro. Durante este tiempo, fue enviado a casa, donde desafortunadamente sufrió una convulsión grave en presencia de su hijo de cuatro años, Sebastián. Esta experiencia fue aterradora tanto para él como para su familia, y marcó un hito en su lucha contra la enfermedad.
La espera para la cirugía y el período posterior fueron momentos difíciles para Mackay y su familia. Los medicamentos se le administraron para controlar las convulsiones, pero su memoria de ese tiempo es borrosa. Aunque la cirugía fue exitosa y el tumor fue extirpado, vive con la preocupación constante de que el cáncer pueda regresar algún día. La incertidumbre ha afectado profundamente a su familia y ha sido difícil de sobrellevar.
Generando conciencia y recaudando fondos
A pesar de los desafíos que ha enfrentado, Mackay está decidido a convertir su experiencia en algo positivo. Quiere generar conciencia y recaudar fondos para la investigación de tumores cerebrales, con el objetivo de evitar que otras familias pasen por el tormento que él ha experimentado. Para lograr esto, se ha propuesto un desafío importante: el National Three Peaks Challenge, que consiste en escalar las tres montañas más altas de Inglaterra, Escocia y Gales en mayo de 2024. Este desafío físico y mental no solo es una prueba para él, sino también una oportunidad para recaudar dinero y generar conciencia sobre los tumores cerebrales.
Un futuro incierto, pero lleno de esperanza
Aunque Mackay todavía enfrenta un futuro incierto y vive con la posibilidad de que el cáncer regrese, está enfocado en aprovechar al máximo el tiempo que tiene con su familia. Sueña con caminar al lado de su hija por el pasillo en su boda, convertirse en abuelo y disfrutar de los momentos especiales que la vida tiene para ofrecer.
