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Salud

¿Por qué acostarse después de comer no es bueno para la salud?

La idea de tomar una siesta después de comer puede resultar muy tentadora, pero según los expertos, esta práctica puede tener efectos negativos en nuestra salud digestiva.

Reflujo gástrico y ardor de estómago

Cuando nos acostamos inmediatamente después de comer, el ácido gástrico puede ascender hacia el esófago, lo cual provoca una sensación de ardor conocida como reflujo gástrico o ardor de estómago. El Dr. Dominic Greenyer, director y médico generalista en The Health Suite, explica que esta sensación incómoda es más común en personas que padecen de reflujo gastroesofágico (RGO), pero puede afectar a cualquiera que elija ponerse en posición horizontal después del almuerzo o la cena. El ácido gástrico puede dañar la pared del esófago, aumentando el riesgo de desarrollar esofagitis o esófago de Barrett, una enfermedad que provoca cambios permanentes en la pared del esófago y que es una condición precancerosa frecuente.

La gravedad en la digestión

La gravedad juega un papel importante en el proceso de digestión, porque ayuda a que los alimentos avancen por el sistema digestivo de manera eficiente. Sin embargo, cuando nos acostamos, la gravedad se ve contrarrestada, lo que puede ralentizar el proceso de digestión. El Dr. Greenyer señala que esta posición horizontal puede dificultar el paso de los alimentos del estómago al intestino delgado, lo cual puede resultar en una mala digestión.

Impacto en la salud intestinal

Acostarse inmediatamente después de comer, especialmente si se experimentan episodios frecuentes de reflujo ácido, puede tener consecuencias más amplias en la salud intestinal. Una mala digestión a largo plazo puede alterar el equilibrio de la microbiota intestinal. Si los alimentos no se digieren de manera eficiente, puede haber una proliferación de ciertas bacterias en los intestinos, lo que puede provocar una serie de problemas digestivos.

Recomendaciones para una mejor digestión

Para evitar la incomodidad y los trastornos digestivos, se recomienda esperar al menos de 2 a 3 horas después de comer antes de acostarse, dándole al cuerpo el suficiente tiempo para iniciar el proceso de digestión y permitir que los alimentos pasen del estómago al intestino delgado. En lugar de tomar una siesta después de comer, se sugiere optar por una caminata digestiva, preferiblemente en un entorno natural.

Recuerda siempre escuchar a tu cuerpo y consultar a un médico si experimentas síntomas persistentes o preocupantes relacionados con la digestión. La salud digestiva es fundamental para nuestro bienestar general, así que cuidemos de ella.

5 alimentos beneficiosos para la acidez estomacal

Los alimentos ricos en fibra: los vegetales son naturalmente bajos en grasas y azúcares. Son ricos en fibra, lo que ayuda a sentirse saciado y reduce la tendencia a comer en exceso. Los copos de avena, los granos enteros, las verduras de raíz como las zanahorias y las remolachas, así como las verduras de hoja verde como los espárragos y las judías verdes, son excelentes fuentes de fibra. Se ha asociado una dieta rica en fibra con un menor riesgo de reflujo ácido, aunque los científicos aún no están seguros de cómo la fibra previene la acidez estomacal.

Los alimentos alcalinos: los alimentos alcalinos son aquellos que tienen un pH alto y pueden contrarrestar la alta acidez del estómago. Entre ellos se encuentran las frutas como los melones, los duraznos, los higos y las moras, así como las verduras como las espinacas, las zanahorias y la calabaza. Las avellanas y el hinojo también son alimentos alcalinos que pueden ayudar a equilibrar la acidez estomacal.

Los alimentos acuosos: estos son alimentos ricos en agua. Ayudan a diluir y debilitar el efecto del ácido gástrico en el estómago. El apio, la lechuga, la sandía y las sopas a base de caldo son alimentos recomendados para prevenir la acidez estomacal.

Las carnes magras: las carnes magras como el pollo, el pavo, el pescado y los mariscos son bajas en grasas y pueden reducir los síntomas del reflujo ácido. Prueba a cocinarlos a la parrilla, asados, al horno o hervidos para obtener preparaciones aún más saludables y bajas en grasas.

Las grasas saludables: las fuentes de grasas saludables incluyen aguacates, nueces, semillas de lino, aceite de oliva, aceite de sésamo y aceite de girasol. Reduce tu consumo de grasas saturadas y grasas trans y sustitúyelas por estas grasas insaturadas más saludables para prevenir el reflujo ácido.

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Veronica Pereira