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Salud

¿Pueden los problemas de sueño causar enfermedades cardíacas?

El sueño es una parte fundamental de nuestra vida diaria, puesto que pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo, y la calidad de nuestro sueño puede tener un impacto significativo en nuestra salud. Existen diversas enfermedades cardiovasculares que están estrechamente relacionadas con los trastornos del sueño, como los trastornos del ritmo cardíaco, la aterosclerosis, la insuficiencia cardíaca, el infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares.

Causas de los trastornos del sueño

Existen varias causas que pueden contribuir a los trastornos del sueño, y una de ellas es el desalineamiento, que ocurre cuando hay un desfase entre nuestro ritmo biológico interno y nuestro ritmo social. Esto puede suceder cuando trabajamos en turnos nocturnos o cuando viajamos constantemente a través de diferentes zonas horarias, lo que puede afectar la presión arterial y aumentar los riesgos de enfermedades cardiovasculares.

La ansiedad también puede ser una causa importante de los trastornos del sueño. Las preocupaciones y el estrés pueden generar rumiaciones que aumentan considerablemente el nivel de vigilia, lo que dificulta conciliar el sueño y puede provocar fatiga física y mental durante el día. Para combatir la ansiedad, se recomienda tomar infusiones relajantes antes de acostarse.

Otra causa común de los trastornos del sueño es la intolerancia al ruido. Muchas personas tienen dificultades para conciliar el sueño debido al ruido ambiental, como los ronquidos de su pareja o la música alta de los vecinos. Esta situación puede generar estrés constante y, a largo plazo, aumentar el riesgo de accidentes cerebrovasculares.

Finalmente, la apnea del sueño es una patología que afecta a muchas personas y se caracteriza por el cierre total o parcial de las vías respiratorias durante el sueño. Esto puede provocar un sueño agitado, problemas respiratorios y somnolencia durante el día.

Patologías cardíacas inducidas por los trastornos del sueño

La falta de sueño reparador y el consumo de ciertos medicamentos pueden debilitar el sistema cardiovascular y fatigar el cerebro, lo que aumenta el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares. Numerosos estudios han demostrado que la apnea del sueño aumenta significativamente el riesgo de accidentes cerebrovasculares, con una prevalencia de aproximadamente el 60% en personas que han sufrido un ACV.

Además, los trastornos del sueño pueden deteriorar la presión arterial y aumentar considerablemente el riesgo de hipertensión arterial. Según el consenso científico actual, una falta de dos horas de sueño por noche multiplica por 2,5 el riesgo de desarrollar hipertensión.

La aterosclerosis es otra enfermedad cardiovascular que se caracteriza por la acumulación de lípidos en las arterias. Los trastornos del sueño también pueden afectar el metabolismo y provocar depósitos de grasa en las arterias. De hecho, un estudio sobre la calidad del sueño ha demostrado que un sueño de mala calidad aumenta en un 34% el riesgo de desarrollar aterosclerosis coronaria.

Algunas recomendaciones para conseguir un sueño de calidad

Establecer un horario de sueño

Uno de los consejos más efectivos para mejorar la calidad del sueño es mantener horarios regulares. Esto significa acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. La regularidad ayuda a fortalecer el ciclo de sueño-vigilia del cuerpo, contribuyendo a un sueño de mejor calidad.

El tiempo óptimo de sueño para un adulto sano es de aproximadamente siete a ocho horas. No es aconsejable dormir más de lo necesario, ya que esto puede interrumpir el patrón de sueño natural.

Si no logras conciliar el sueño dentro de los 20 minutos posteriores a acostarte, es recomendable levantarse y realizar una actividad relajante, como leer o escuchar música suave. Vuelve a la cama solo cuando te sientas cansado.

No te vayas a la cama ni con hambre ni demasiado lleno

Evita las comidas pesadas o abundantes un par de horas antes de acostarte. El malestar puede mantenerte despierto. Intenta cenar al menos dos o tres horas antes de irte a dormir.

Cuidado con la cafeína, el alcohol y la nicotina

Estas sustancias tienen efectos estimulantes que pueden interferir con el sueño. Aunque el alcohol puede hacer que te sientas somnoliento al principio, puede interrumpir el sueño más tarde en la noche.

Mantén tu habitación fresca, oscura y silenciosa

El ambiente de tu dormitorio puede tener un impacto significativo en la calidad de tu sueño. Un entorno fresco, oscuro y silencioso es ideal para dormir.

Evita el uso prolongado de pantallas antes de acostarte

La exposición a la luz azul de las pantallas puede dificultar la conciliación del sueño. Intenta apagar todos los dispositivos electrónicos al menos una hora antes de irte a la cama.

Cama y colchón cómodos

Un colchón confortable es esencial para un sueño reparador. Si tu colchón es demasiado blando, demasiado duro o está desgastado, puede ser difícil obtener el descanso que necesitas.

Limita las siestas diurnas

Las siestas durante el día pueden interferir con el sueño nocturno. Si sientes la necesidad de tomar una siesta, trata de limitarla a no más de una hora y evita dormir la siesta tarde en el día.

Finalmente, recuerda que es importante tratar de mantener una mentalidad positiva. El sueño es una necesidad biológica, y tu cuerpo sabe cómo hacerlo. No te preocupes si tienes una mala noche de vez en cuando; lo importante es seguir hábitos saludables de sueño de forma consistente.

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