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Salud

¿Qué es el virus del papiloma humano (VPH)?

El virus del papiloma humano (VPH) es una infección que afecta a millones en todo el mundo y tiene una gran importancia en la salud pública. Muchas personas lo contraen sin saberlo, lo que lo convierte en uno de los virus más frecuentes.

Definición y tipos de VPH

El VPH corresponde a un grupo de más de doscientos virus relacionados. Todos pertenecen a la familia de los papilomavirus, pero se dividen en dos categorías principales: aquellos de bajo riesgo que suelen manifestarse como verrugas benignas y los de alto riesgo que pueden causar cáncer. La Organización Mundial de la Salud calcula que más del 80% de las personas sexualmente activas contraerán alguna vez una variante de VPH.

En la actualidad, el VPH se mantiene como la infección de transmisión sexual más común. Las estadísticas recientes muestran una alta prevalencia entre adolescentes y adultos jóvenes, en particular mujeres menores de 25 años. Los virus de alto riesgo, como el VPH 16 y 18, concentran la mayoría de casos de cáncer cervical y otras lesiones relacionadas con el cáncer.

Clasificación de tipos de bajo riesgo y alto riesgo

Los tipos de bajo riesgo suelen ser responsables de las verrugas genitales. Los VPH 6 y 11 explican alrededor del 90% de los casos de verrugas. Este tipo de lesiones generalmente no derivan en complicaciones graves, pero pueden causar molestias y estigma social.

Los tipos de alto riesgo incluyen principalmente los VPH 16 y 18. Estos virus están implicados en casi el 70% de los casos de cáncer de cuello uterino y también se asocian al cáncer de ano, vulva, vagina, pene y orofaringe. Su capacidad de modificar las células y provocar cambios precancerosos representa la mayor amenaza de las infecciones por VPH no controladas.

Mecanismo de infección y replicación

El VPH infecta la piel y las mucosas a través de microlesiones. Su blanco son las células epiteliales, donde se replica sin dañar al huésped de inmediato. El ciclo empieza cuando el virus entra a la célula, usa la maquinaria celular para copiar su material genético y luego se libera en el epitelio superficial.

En la mayoría de los casos, el sistema inmunológico logra controlar y eliminar la infección en uno o dos años, sin dejar secuelas. Solo en una minoría, el virus persiste: es ahí donde puede causar lesiones incipientes que, con el tiempo, pueden evolucionar hacia el cáncer si no se detectan.

Foto Freepik

Transmisión, síntomas y detección

El VPH se propaga fácilmente y a menudo pasa desapercibido. La mayoría de quienes lo portan no muestran señales visibles, lo que incrementa el riesgo de transmisión sin saberlo. La detección oportuna puede evitar complicaciones y salvar vidas, en especial en el caso del cáncer cervical.

Formas de transmisión

La transmisión ocurre sobre todo por contacto sexual, pero no se limita a la penetración. El virus puede pasar por contacto piel con piel en la zona genital, aun sin síntomas visibles. También existe transmisión a través de sexo oral y, en menor medida, por contacto oral-genital.

En algunos casos raros, la madre puede transmitir el virus al bebé durante el parto, aunque esto sucede en muy pocos nacimientos. Los preservativos pueden reducir el riesgo, pero no lo eliminan por completo ya que el virus puede encontrarse en áreas no cubiertas.

Síntomas más comunes

El VPH suele pasar sin causar molestias. La mayoría de infecciones desaparecen solas, sin dejar rastro. Sin embargo, algunas personas desarrollan verrugas genitales, que pueden verse como pequeños crecimientos, blandos, del color de la piel.

Cuando se trata de infecciones persistentes con tipos de alto riesgo, el VPH puede producir lesiones precancerosas en el cuello uterino y otras áreas. Estas lesiones no siempre producen síntomas. Es por eso que la detección temprana adquiere un papel clave en la prevención de cáncer.

Métodos de detección y pruebas recomendadas

La citología cervical (Papanicolaou o Pap) permite identificar cambios celulares en el cuello uterino antes de que se desarrollen lesiones graves. La prueba de detección de VPH identifica la presencia de tipos de alto riesgo.

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Esta intervención es recomendada para mujeres a partir de los 25 a 30 años; la frecuencia depende de la edad, antecedentes y resultados previos. La combinación de citología y prueba de VPH maximiza la prevención de cáncer cervical al detectar el virus antes de que cause daño irreversible.

Prevención y tratamiento

La mejor estrategia para reducir las complicaciones del VPH se basa en la prevención primaria y secundaria: evitar el contagio, vacunar grupos clave y tratar cualquier lesión detectada antes de que evolucione. Las intervenciones actuales muestran alto grado de eficacia cuando se implementan correctamente.

Vacunación y su cobertura

El mayor avance contra el VPH ha sido la vacuna. Actualmente, Gardasil 9 es la versión más extendida; protege contra nueve tipos de VPH, incluidos los más peligrosos. Está recomendada para niños y adolescentes de 9 a 14 años, preferiblemente antes del inicio de la vida sexual.

La cobertura vacunal sigue creciendo, pero aún no alcanza el objetivo global propuesto por las autoridades. En 2023, alrededor del 27% de niñas y adolescentes a nivel mundial recibieron al menos una dosis de la vacuna, aunque la cobertura total con el esquema completo ronda el 20%. Para los varones, la protección sigue siendo algo más baja.

Prácticas sexuales seguras

El uso constante de preservativos reduce el riesgo de contagio, aunque no lo elimina por completo. Limitar el número de parejas sexuales y promover la comunicación sincera en la pareja ayuda a evitar la diseminación del virus.

La educación sexual adaptada a cada edad y cultura contribuye a que las personas conozcan su riesgo y puedan tomar decisiones más informadas.

Opciones de tratamiento para lesiones y cáncer

Para las verrugas genitales, existen tratamientos locales como cremas, aplicaciones químicas o crioterapia. Las lesiones precancerosas pueden tratarse con procedimientos de escisión o ablación, que eliminan el área afectada antes de que evolucione a un tumor.

En los casos en que el cáncer se desarrolla, el manejo incluye cirugía, radioterapia y quimioterapia. La detección precoz es el principal aliado para que estos tratamientos sean más efectivos y menos invasivos.

El conocimiento sobre el VPH representa una poderosa herramienta para proteger la salud individual y colectiva. Vacunarse, hacerse pruebas y consultar fuentes médicas confiables ayuda a mantenerse un paso adelante ante las complicaciones potenciales.

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