¿Qué gasta más energía: un ventilador o el aire acondicionado?

La pregunta aparece cada verano: ¿qué gasta más energía, un ventilador o el aire acondicionado? Ambos ayudan a soportar el calor, pero su efecto en la factura eléctrica es muy distinto. Entender esa brecha permite elegir con calma entre frescor, confort y gasto mensual.
En términos simples, un ventilador mueve el aire y mejora la sensación térmica, mientras que el aire acondicionado enfría de verdad la habitación. Esa diferencia técnica se traduce en un consumo de energía muy desigual.
¿Cuánta energía consumen un ventilador y un aire acondicionado?
En un hogar medio, un ventilador doméstico de pie, sobremesa o techo suele consumir entre 30 y 100 vatios, lo que equivale a unos 0,03 a 0,1 kWh por hora de uso. Incluso funcionando varias horas seguidas, el impacto en la factura suele ser bastante moderado y en muchos casos apenas se nota a final de mes.
Un aire acondicionado tipo split doméstico se mueve en un rango muy distinto. Los equipos habituales gastan entre 800 y 2 000 vatios, es decir, alrededor de 0,8 a 2 kWh por hora, según la potencia y la eficiencia energética del modelo. En la práctica, esto significa que el aire acondicionado puede consumir entre ocho y veinte veces más electricidad que un ventilador funcionando durante el mismo tiempo.
Comparación sencilla del consumo eléctrico
Si se toma como referencia un ventilador que consume unos 0,05 kWh por hora, ocho horas de uso diario apenas suponen unas pocas décimas de kWh al día y un coste mensual bajo. Es una solución de bajo consumo que permite mantenerlo encendido muchas horas sin sobresaltos en la factura.
En cambio, un aire acondicionado que gasta alrededor de 1 o 1,5 kWh por hora puede sumar entre 8 y 12 kWh en esas mismas ocho horas. Traducido a dinero, el impacto es muy superior, hasta el punto de que, donde un ventilador añade solo unos euros al mes, el aire acondicionado puede elevar el gasto a varias decenas de euros. Por eso se habla de mayor consumo del aire acondicionado y de menor impacto del ventilador cuando se compara su uso continuado.

Factores que hacen que un ventilador o un aire acondicionado gasten más o menos
No todos los aparatos consumen igual, aunque pertenezcan a la misma categoría. La potencia del equipo, las horas de uso, la eficiencia energética y la manera de ajustar velocidad o temperatura cambian mucho el resultado final. Una familia que quiere ahorrar necesita fijarse en esos detalles tanto como en el precio de compra.
Potencia, tiempo de uso y eficiencia energética
Un ventilador potente gasta más que uno pequeño, y lo mismo ocurre con un split de gran capacidad frente a otro más compacto. Cuando se suman muchas horas de uso seguidas, cualquier diferencia de potencia se amplifica y termina notándose en el recibo. Por eso es tan importante comprobar la eficiencia energética en la etiqueta.
Los aires acondicionados modernos con tecnología inverter y clasificación A o superior pueden reducir el consumo entre un treinta y un cincuenta por ciento frente a modelos antiguos. Ajustan la potencia de forma progresiva y trabajan mejor en modo mantenimiento, lo que se traduce en menos picos de gasto y una sensación de frescor más estable con menos consumo de energía.
Temperatura, velocidad y clima donde se vive
En un ventilador, usar una velocidad media o baja reduce el gasto sin perder demasiada comodidad. No enfría el aire, pero al moverlo sobre la piel mejora la sensación de frescor y ayuda a soportar mejor la noche. Ese uso inteligente mantiene el bajo consumo y permite tenerlo encendido muchas horas.
En el aire acondicionado, pequeños cambios en el termostato marcan la diferencia. Ajustar la temperatura a unos 24 °C en vez de bajarla en exceso recorta el consumo y evita contrastes bruscos. El clima también influye. En zonas muy calurosas y húmedas, el aire acondicionado se enciende durante más tiempo y su gasto crece, mientras que en regiones de clima suave suele bastar un ventilador bien situado para lograr una comodidad aceptable.
Cómo elegir entre ventilador y aire acondicionado para ahorrar energía
La decisión final depende del tipo de vivienda, del clima local y del presupuesto mensual. El ventilador casi siempre consume mucho menos, por lo que resulta ideal para hogares que priorizan el ahorro y la sostenibilidad. El aire acondicionado, en cambio, ofrece un enfriamiento real de la habitación y se vuelve imprescindible en olas de calor intensas o en pisos que acumulan mucha temperatura.
En días de calor moderado, en casas bien ventiladas o durante la noche, suele bastar con un ventilador que gaste entre 0,05 y 0,1 kWh por hora. Su bajo consumo y uso prolongado permiten mantenerlo encendido varias horas sin miedo a la factura. En los momentos más extremos del verano, el aire acondicionado, con consumos que se sitúan cerca de 0,8 a 2 kWh por hora, ofrece un confort mayor al bajar de verdad la temperatura del aire. Usarlo con una temperatura moderada, cerrar puertas y ventanas y combinarlo con un ventilador para repartir el aire frío son consejos prácticos que ayudan a contener el gasto.
