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Belleza

¿Qué tratamientos existen para la caída del cabello?

La caída del cabello es una de las preocupaciones estéticas que más impacto tiene en personas de todas las edades. Para muchos, perder cabello afecta la seguridad y la imagen. Nadie quiere ver su melena adelgazarse sin saber qué hacer. Por esto, responder con información confiable y profesional es clave. Con tantos mitos circulando, es fundamental distinguir entre lo que sí funciona y lo que no. Hoy, los tratamientos para la caída del cabello (alopecia) ofrecen opciones concretas y respaldadas por evidencia.

Causas y tipos de caída del cabello

El pelo se cae por muchas razones y no siempre la causa es obvia. La alopecia androgenética es la más común y tiene un origen hormonal y hereditario. Afecta a más del 50% de las mujeres y hasta un 80% de los hombres en alguna etapa de su vida. Se reconoce por la disminución progresiva, sobre todo en la zona frontal y la coronilla.

La alopecia areata es otra variante, en la que el sistema inmune ataca los folículos pilosos. Se manifiesta con parches redondos de caída. También existe la alopecia cicatricial, un tipo menos frecuente pero irreversible, causada por lesiones o inflamación que destruyen para siempre el folículo piloso.

Entre las causas más comunes están los cambios hormonales, como los asociados a la tiroides o el posparto, y enfermedades autoinmunes. El estrés, la mala alimentación, el uso de peinados agresivos y el exceso de herramientas térmicas también influyen. Incluso ciertas infecciones y medicamentos pueden detonar una caída repentina, conocida como efluvio telógeno. Comprender el tipo de alopecia es clave, ya que determina el tratamiento adecuado.

Tratamientos médicos y farmacológicos para la caída del cabello

Existen distintos enfoques según el origen del problema y el grado de avance. Los medicamentos con más respaldo científico incluyen minoxidil, finasterida, dutasterida y, en casos seleccionados, la espironolactona o los corticoides. Para alopecias autoinmunes, las inmunoterapias cada vez ganan terreno. Los últimos años han traído avances notables, como el uso de baricitinib y otros agentes biológicos.

Minoxidil, finasterida y otros inhibidores hormonales

El minoxidil es el tratamiento tópico más recetado para hombres y mujeres con alopecia androgenética. Estimula la circulación en el cuero cabelludo y prolonga la fase de crecimiento del cabello. Su uso debe ser diario y continuado para ver resultados sostenidos. Es bien tolerado, aunque en los primeros meses puede aumentar la caída temporalmente antes de mejorar la densidad capilar.

La finasterida y la dutasterida son fármacos orales que actúan bloqueando la conversión de testosterona en dihidrotestosterona (DHT), responsable de miniaturizar el folículo piloso. Estos medicamentos están indicados sobre todo para varones y requieren vigilancia médica por potenciales efectos secundarios, como disminución de la libido. La espironolactona es una opción en mujeres con alopecia dependiente de andrógenos, ya que actúa como antiandrógeno.

Foto Freepik

Terapias con corticoides e inmunoterapia dirigida

En la alopecia areata, los corticoides intralesionales o tópicos son la principal herramienta para detener la caída y estimular el rebrote del cabello, sobre todo en etapas iniciales o cuadros leves. La terapia requiere controles periódicos y ajuste individualizado.

La inmunoterapia busca desensibilizar el sistema inmune mediante sustancias que inducen una reacción alérgica controlada para activar el ciclo de crecimiento del folículo. Se reserva para casos con extensa pérdida.

Nuevas terapias sistémicas: baricitinib y biológicos

Los avances médicos han introducido el baricitinib, un inhibidor de la vía JAK, aprobado para formas severas de alopecia areata. Su eficacia ha sido relevante en ensayos clínicos, logrando que pacientes con grandes áreas de calvicie recuperen una parte considerable del cabello. Este tratamiento requiere estricta supervisión por sus riesgos potenciales para el sistema inmune.

Otros medicamentos biológicos se exploran para bloquear rutas inflamatorias y hormonales, prometiendo alternativas para quienes no responden a terapias convencionales.

Otras opciones terapéuticas y abordaje integral

El abordaje moderno de la caída del cabello abarca más que medicamentos. Los dispositivos de terapia láser de baja intensidad se usan tanto en casa como en clínicas para estimular el folículo. Hay evidencia que el plasma rico en plaquetas (PRP) puede mejorar la densidad capilar. El procedimiento consiste en extraer sangre del paciente, centrifugarla y aplicar el plasma sobre el cuero cabelludo para activar factores de crecimiento.

El trasplante capilar sigue siendo la opción más definitiva para áreas de calvicie establecidas. Se realiza bajo anestesia local y ofrece resultados naturales cuando lo realizan especialistas.

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No hay que olvidar el papel de la nutrición y el cuidado diario. Una dieta rica en vitaminas como la biotina y minerales como el zinc y el hierro es fundamental para la salud capilar. Evitar peinados muy tirantes, el abuso de planchas y tratamientos químicos, reduce la agresión sobre el folículo. Controlar el estrés, dormir bien y mantener un cuero cabelludo limpio y libre de infecciones también forman parte de la estrategia.

El desarrollo de antiandrógenos tópicos como la pirilutamida y moléculas tipo PROTAC promete alternativas en investigación, buscando bloquear la acción hormonal sin efectos indeseados sistémicos.

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