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Nadar con lentes de contacto: los peligros y riesgos para la salud ocular

Muchos optan por utilizar lentes de contacto debido a su comodidad y ventajas en comparación con los lentes tradicionales. Estas pequeñas lentes, que se adhieren a la superficie del ojo, son ligeras y fáciles de colocar. Sin embargo, es fundamental seguir las indicaciones médicas para su correcto uso y evitar consecuencias irreversibles. El día de hoy exploraremos los riesgos asociados con nadar con lentes de contacto y las historias de personas que han sufrido graves infecciones oculares debido a esta práctica descuidada.

Emma Jenkins, una historia de ceguera tras nadar en una piscina

En 2013, Emma Jenkins, una mujer británica de 39 años y madre de dos hijos, experimentó un dolor intenso en el ojo después de nadar en una piscina mientras llevaba puestos sus lentes de contacto. Lo que ella desconocía era que microorganismos habían quedado atrapados en sus lentes, lo que provocó una inflamación en su ojo. Aunque esperó una semana para buscar atención médica, el daño ya estaba hecho. Finalmente, fue diagnosticada con queratitis microbiana, una inflamación e infección de la córnea. A medida que su condición empeoraba, Jenkins sufrió fuertes dolores oculares y pérdida progresiva de la visión. Después de casi tres años de sufrimiento, finalmente pudo someterse a un trasplante de córnea en 2016, lo que le permitió recuperar parcialmente su visión.

Miyako Aiko-Murray, una joven afectada por nadar en el mar con lentes de contacto

En otro caso trágico, Miyako Aiko-Murray, una estudiante británica de 20 años, quedó ciega después de nadar en el mar con sus lentes de contacto puestos durante sus vacaciones. Una gran ola golpeó su ojo derecho, lo que provocó enrojecimiento e irritación. A su regreso a casa, comenzó a experimentar migrañas y lagrimeo constante. Después de varias visitas al médico, finalmente le diagnosticaron queratitis por Acanthamoeba, una infección rara pero grave causada por bacterias que infectan la córnea. Miyako tuvo que aplicarse gotas especiales cada hora durante un mes, lo que le dificultó dormir y tuvo que tomar un permiso médico en su nuevo trabajo. Tras experimentar una infección bacteriana secundaria, perdió completamente la visión y requirió un trasplante de córnea.

Los riesgos de nadar con lentes de contacto

El uso de lentes de contacto en el agua, ya sea en una piscina, en el mar o en la ducha, expone los ojos a un grave riesgo de infección. Las lentes de contacto actúan como una esponja que absorbe y retiene microorganismos presentes en el agua. El agua del grifo y los cuerpos de agua pueden contener bacterias y amebas, como la Acanthamoeba, que pueden causar infecciones oculares graves. La superficie del ojo es delicada y vulnerable, lo que facilita la entrada de estos microorganismos. Además, el acto de frotar los ojos al secarse las lentes de contacto puede crear pequeñas heridas que permiten que los microorganismos ingresen al ojo y causen infecciones.

Cómo proteger tus ojos al nadar

Para evitar los riesgos asociados con nadar con lentes de contacto, es importante seguir algunas precauciones. Aquí hay algunas medidas que puedes tomar para proteger tus ojos:

  1. Retira siempre tus lentes de contacto antes de nadar o ducharte. No los uses en ningún cuerpo de agua, ya sea una piscina, el mar o un jacuzzi.
  2. Mantén tus lentes de contacto limpios y desinfectados siguiendo las indicaciones de tu médico. Utiliza soluciones adecuadas y evita la exposición a agua no esterilizada.
  3. Lávate las manos antes de manipular tus lentes de contacto para evitar la transferencia de microorganismos.
  4. Siempre sigue las instrucciones de uso y reemplazo de tus lentes de contacto. No los uses más tiempo del recomendado.
  5. Consulta regularmente a tu médico para exámenes oculares y asegúrate de informarle sobre cualquier síntoma o molestia que experimentes.

En conclusión, nadar con lentes de contacto puede tener graves consecuencias para la salud ocular. Los casos de Emma Jenkins y Miyako Aiko-Murray son ejemplos impactantes de los peligros asociados con esta práctica descuidada. Es crucial seguir las indicaciones médicas y tomar precauciones para proteger nuestros ojos. Recuerda que la salud ocular es invaluable y debemos cuidarla adecuadamente.

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Veronica Pereira