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Estilo de vida

Sabías que el frío es el peor enemigo de los coches eléctricos

Los vehículos eléctricos han experimentado un crecimiento significativo en popularidad en los últimos años, gracias a su eficiencia energética y su contribución a la reducción de emisiones de gases contaminantes. Sin embargo, existen desafíos que deben ser considerados, especialmente cuando las temperaturas descienden y el invierno se hace presente.

El impacto del frío en la autonomía de los vehículos eléctricos

Cuando las temperaturas descienden, los vehículos eléctricos experimentan una reducción en su autonomía. En condiciones frías, los electrones en las celdas de las baterías tienen una movilidad reducida, lo que disminuye el rendimiento de las baterías. Para contrarrestar este efecto, las baterías de los vehículos eléctricos necesitan ser calentadas y esto se logra utilizando un sistema de gestión térmica que circula un líquido caloportador para mantener la temperatura óptima de la batería. Sin embargo, si el sistema de calefacción no es suficiente, el rendimiento de la batería puede disminuir entre un 20% y un 50%, según el fabricante.

Un estudio realizado por la AAA (American Automobile Association) encontró que a una temperatura de -6 grados Celsius, con el sistema de calefacción activado, se produce una pérdida promedio de autonomía del 41%. Esta pérdida de autonomía puede variar según el modelo de vehículo eléctrico, pero es importante tener en cuenta este factor al planificar viajes en condiciones climáticas extremas. Los fabricantes de vehículos eléctricos son conscientes de este desafío y han incluido información en sus manuales de usuario sobre el impacto del frío en la autonomía de sus vehículos.

El impacto del frío en el rendimiento de los sistemas de recuperación de energía

Además de afectar la autonomía, el frío también puede tener un impacto en el rendimiento de los sistemas de recuperación de energía en los vehículos eléctricos. Estos sistemas aprovechan la energía generada durante el frenado para recargar las baterías y optimizar la eficiencia energética del vehículo. Sin embargo, en temperaturas extremadamente frías, el rendimiento de estos sistemas puede reducirse.

Volkswagen, por ejemplo, ha señalado que las bajas temperaturas pueden afectar tanto la autonomía como el rendimiento de los sistemas de recuperación de energía al frenar. En condiciones extremas, la autonomía de un vehículo eléctrico puede reducirse hasta en un 50%. Esto puede ser especialmente problemático en áreas con inviernos rigurosos, donde los conductores pueden depender de la recuperación de energía al frenar para maximizar la eficiencia de sus vehículos.

El impacto del frío en la eficiencia del sistema de calefacción

El sistema de calefacción de los vehículos eléctricos también puede verse afectado por el frío. A diferencia de los vehículos de combustión interna, los motores eléctricos generan menos calor durante su funcionamiento. Esto significa que una parte de la energía almacenada en las baterías debe utilizarse para calentar el habitáculo del vehículo cuando es necesario. El uso de energía para calefacción reduce la cantidad de energía disponible para el motor eléctrico, lo que a su vez disminuye la autonomía del vehículo.

Para disminuir este impacto, es recomendable programar el horario de salida del vehículo para aprovechar la energía suministrada durante la carga y calentar el habitáculo mientras el vehículo está estacionado. Además, se pueden tomar medidas como utilizar asientos con calefacción en lugar de calentar todo el habitáculo, lo que reduce el consumo de energía.

Medidas para mitigar los efectos del frío en los vehículos eléctricos

A pesar de los desafíos que plantea el frío para los vehículos eléctricos, existen medidas que los propietarios pueden tomar para mitigar sus efectos:

Planificación de viajes: al planificar viajes en condiciones climáticas extremas, es importante tener en cuenta la reducción de autonomía causada por el frío y asegurarse de tener suficiente carga para llegar a destino.

Programar la carga y la calefacción: programar el horario de carga del vehículo para aprovechar la energía suministrada durante la carga y calentar el habitáculo mientras el vehículo está estacionado.

Utilizar asientos con calefacción: en lugar de calentar todo el habitáculo, utilizar asientos con calefacción puede reducir el consumo de energía.

Mantenimiento de la batería: mantener la batería en buen estado es importante para garantizar un rendimiento óptimo en condiciones de frío. Esto incluye evitar la carga completa o descarga completa de la batería y mantenerla a una temperatura adecuada cuando no se está utilizando el vehículo.

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Veronica Pereira