Sexo y tabaco: 3 efectos que pocos conocen (y que pueden cambiar tu vida íntima)
El tabaco perjudica la salud en muchos niveles, pero pocas personas son conscientes de cómo afecta su vida sexual y su capacidad reproductiva. A veces se piensa solo en enfermedades del corazón o riesgos pulmonares, sin poner atención en los impactos íntimos que afectan el deseo, la respuesta y la fertilidad.

Reducción del deseo sexual y cambios en la excitación
La nicotina modifica el funcionamiento del sistema nervioso, alterando procesos fundamentales para el deseo sexual y la excitación. Los compuestos del tabaco reducen la producción de testosterona en hombres y desequilibran otras hormonas sexuales en mujeres, lo que genera un efecto dominó. Se nota como un descenso de la libido, con menos interés en la intimidad, menos motivación y a menudo más discusiones o distancia en la pareja. Además, el tabaco eleva el estrés y la ansiedad, lo que puede enfriar la respuesta ante estímulos placenteros y hacer más difícil conectar con el otro.
Estos cambios se sienten tanto en hombres como en mujeres, afectando la emoción y el deseo de iniciar o disfrutar el sexo. Muchas veces quienes fuman no asocian estos síntomas con el cigarro, normalizan el cansancio, la rutina o los cambios hormonales y no buscan una causa física. En las parejas en que ambos son fumadores, la insatisfacción suele ser mayor y puede fortalecerse la idea errónea de que el problema es una falta de química, cuando en realidad el tabaco interrumpe la forma en la que el cuerpo responde al deseo y la excitación.
Disfunción eréctil y problemas de respuesta sexual
El tabaco daña vasos sanguíneos esenciales para la función sexual. Fumar reduce el flujo sanguíneo hacia el pene, lo que provoca dificultades para lograr o mantener una erección firme. Los estudios indican que los hombres fumadores presentan entre 1.4 y 3 veces más riesgo de tener disfunción eréctil. Fumar más de 20 cigarrillos diarios duplica la posibilidad de que el problema sea grave. El daño vascular que causa el tabaco disminuye la disponibilidad de óxido nítrico, un compuesto sin el cual la erección se vuelve casi imposible.
Las mujeres tampoco están exentas: el deterioro del flujo sanguíneo y los desequilibrios hormonales generan menor lubricación vaginal, sequedad, dificultad para sentir placer y menos sensibilidad durante el sexo. Además, muchas experimentan retraso en el orgasmo o sensaciones menos intensas. La sequedad y la falta de irrigación pueden provocar también dolor y molestias, aumentando la posibilidad de evitar las relaciones sexuales por incomodidad.
Por fortuna, al dejar de fumar se observan mejoras notables en cuestión de meses. Más de la mitad de los hombres que abandonan el tabaco reportan mejor función eréctil al pasar seis meses, y el bienestar sexual también se incrementa en mujeres, con mayor lubricación y placer.

Infertilidad y complicaciones reproductivas
El tabaco daña directamente el material genético de espermatozoides y óvulos. Esto dificulta la concepción y aumenta el riesgo de infertilidad tanto en hombres como en mujeres. La calidad y la movilidad de los espermatozoides disminuyen, y los óvulos pueden mostrar alteraciones que reducen las posibilidades de un embarazo sano. Además, fumar acelera la disminución de óvulos en la reserva ovárica, lo que anticipa la menopausia y acorta los años fértiles.
El tabaco también afecta el ciclo menstrual (causando irregularidades o reglas dolorosas) y, en caso de embarazo, incrementa el riesgo de aborto espontáneo, nacimiento prematuro, bajo peso al nacer y problemas en el desarrollo infantil. Incluso la exposición al humo de segunda mano trae consecuencias negativas para quienes no fuman, pero viven o trabajan cerca de personas que sí lo hacen. Se ha visto que los hijos de madres fumadoras tienen más probabilidades de presentar sobrepeso u obesidad en la infancia, junto con un mayor riesgo de enfermedades en la vida adulta.
En el caso de los hombres, la alteración del ADN espermático implica un mayor riesgo de malformaciones y puede contribuir al fracaso de tratamientos de fertilidad. Datos médicos recientes indican que hasta el 13% de los problemas de infertilidad pueden estar relacionados con el consumo de tabaco.
La fertilidad es una de las áreas donde dejar de fumar puede traer resultados positivos en menos de un año, recuperando muchas funciones y aumentando las probabilidades de lograr un embarazo natural.