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Salud

Siete plantas de interior que no deberían tener las personas alérgicas

Las plantas de interior están presentes en millones de hogares, decorando rincones y renovando el aire. Sin embargo, existe un factor poco conocido: varias especies liberan polen, esporas o compuestos volátiles que afectan a las personas alérgicas. Tener naturaleza en casa parece inofensivo, pero ciertos ejemplares pueden agravar síntomas de asma, rinitis o dermatitis. Identificar cuáles evitar es clave para lograr ambientes sanos, especialmente si en el hogar vive alguien sensible a estos agentes.

Plantas de interior que pueden causar alergias comunes

Unas plantas son famosas por su facilidad de cuidado, otras por la intensidad de sus aromas o por sus hojas llamativas. Detrás de esa belleza, algunas especies esconden un riesgo: provocan alergias respiratorias o cutáneas. Entre los síntomas frecuentes destacan picor nasal, estornudos, lagrimeo, piel enrojecida o dificultad para respirar. Estos signos pueden quitar calidad de vida, especialmente a quienes ya conviven con alergias o asma.

Helechos: esporas invisibles en el ambiente

Los helechos son populares por su aspecto tupido y fácil crecimiento en interiores húmedos. No obstante, liberan esporas diminutas al ambiente. Al estar en suspensión, estas partículas se inhalan y disparan molestias en personas alérgicas: congestión, estornudos, picor y tos seca. Es común el empeoramiento en espacios poco ventilados, donde las esporas permanecen más tiempo en el aire.

Ficus: látex y polen problemáticos

El ficus es conocido por sus hojas brillantes y su adaptabilidad. Sin embargo, la savia que contiene látex y el polen que suelta presentan riesgos. El contacto directo puede irritar la piel y los ojos, pero lo más preocupante resulta de la inhalación de partículas, sobre todo para personas alérgicas al látex natural. Incluso la manipulación de las hojas puede liberar compuestos irritantes, empeorando los ataques asmáticos y la dermatitis.

Violetas africanas: pequeñas pero reactivas

La violeta africana, con sus flores delicadas y hojas aterciopeladas, parece inofensiva. Sin embargo, produce alérgenos en las flores y en los diminutos pelos de sus hojas. Estos alérgenos flotan al mínimo roce y suelen provocar estornudos, lagrimeo y enrojecimiento ocular. Por su tamaño, muchos las colocan en estanterías o escritorios, algo que eleva la exposición en personas con sensibilidad respiratoria.

Hiedra inglesa: contacto y reacciones cutáneas

La hiedra inglesa decora paredes y macetas colgantes. Sin embargo, la savia y los aceites que contiene pueden causar dermatitis en pieles sensibles. El contacto directo provoca picor, enrojecimiento y hasta pequeñas ampollas. No solo tocar la planta es peligroso: la manipulación de tiestos o el roce con las hojas suelen ser suficientes para desencadenar molestias.

Foto Freepik

Otras plantas de interior que representan riesgo alérgico

La lista de plantas que pueden afectar a personas propensas a alergias no termina en las más conocidas. Otras especies ornamentales también suponen un riesgo, ya sea por la cantidad de polen que sueltan, la savia o el moho que generan en ambientes húmedos.

Lirios, crisantemos y margaritas: flores ornamentales de alto riesgo

Estas plantas llenan de color las ventanas y esquinas, pero sueltan polen en grandes cantidades dependiendo de la época del año. Los granos de polen flotan en el aire, ingresando fácilmente por las vías respiratorias y causando estornudos, irritación ocular, congestión y, en casos graves, asma. Quienes sufren de alergias estacionales encuentran en estas flores un desencadenante constante, incluso en interiores.

Gerberas y girasoles: polen abundante durante su floración

Las gerberas, con sus tonos intensos, y los girasoles, con su imponente porte, liberan grandes cantidades de polen al florecer. Este polen flota por el hogar, pegándose en cortinas, muebles y superficies. Las personas alérgicas experimentan síntomas similares a los que provoca el contacto con otras especies: nariz tapada, picor en la garganta y ojos llorosos, especialmente durante la temporada alta de floración.

Bromelias y alocasias: humedad y moho en el ambiente

La bromelia y la alocasia son apreciadas por sus hojas exóticas y capacidad de adaptarse a ambientes húmedos. Sin embargo, favorecen la proliferación de moho alrededor y en la tierra del tiesto. El moho genera esporas que flotan por el espacio y agravan los síntomas en quienes padecen alergias respiratorias. El riesgo es mayor en habitaciones con poca ventilación o en climas húmedos, donde el moho se desarrolla fácilmente.

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Recomendaciones para personas alérgicas a plantas de interior

Evitar las plantas mencionadas ayuda a mantener el aire del hogar más limpio y libre de agentes que desencadenen alergias. Las personas propensas a estas molestias pueden optar por plantas hipoalergénicas como la palmera de bambú, el espatifilo o el potus, que no sueltan polen ni producen compuestos irritantes. Es importante ventilar bien los ambientes, limpiar periódicamente las hojas y la tierra, y mantener bajo control la humedad para impedir el crecimiento de moho. Escoger bien las especies de interior marca la diferencia cuando hablamos de bienestar y salud respiratoria dentro de casa.

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