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Viajes

¿Viajarás próximamente con Ryanair? ¡Cuidado, esta nueva norma podría costarte hasta 100 euros!

Quien planee embarcar en un vuelo de Ryanair en 2025 se enfrentará a reglas más estrictas que nunca. Las nuevas normas no solo marcan un antes y un después en la experiencia del viajero, sino que pueden poner en jaque incluso al más atento si no se informa bien antes de despegar. Digitalización obligatoria, límites de equipaje más precisos y multas que pueden doler en el bolsillo elevan la necesidad de anticipación y organización.

Los pasajeros acostumbrados a la flexibilidad encontrarán un ambiente donde cada despiste puede salir caro, con penalizaciones que a veces superan el coste del billete original. En un mundo con más controles y menos espacio para improvisar, volar barato puede resultar inesperadamente costoso si se ignoran los detalles.

Principales cambios en la normativa de Ryanair para 2025

Ryanair ha dado un giro a su política interna, apostando por un modelo más riguroso y centralizado en la gestión digital y la eficiencia. Desde mayo y noviembre de 2025, la aerolínea implementa ajustes importantes que afectan desde el equipaje hasta las formas de facturación y la llegada al aeropuerto. El objetivo declarado es reducir residuos, simplificar los procesos y reforzar la puntualidad, pero el impacto real cae sobre los pasajeros, quienes ahora deberán maniobrar con mayor cuidado para no sumar costes.

Restricciones en equipaje de mano y facturado

El viajero que no preste atención a las medidas de su equipaje pagará un precio alto. Solo se permite una bolsa pequeña en cabina, con tamaño máximo de 40 x 20 x 25 cm, diseñada para caber debajo del asiento. Cualquier bulto extra o que supere dichas dimensiones se penaliza, con importes en torno a 70 euros si la maleta llega a la puerta de embarque sin autorización previa. La opción de Embarque Prioritario da margen para añadir una maleta de hasta 55 x 40 x 20 cm y máximo 10 kg, pero esto requiere una tarifa extra que puede ir de 7 a 43 euros según el destino. Aflojar las reglas ya no es una opción y cualquier intento de colarse con equipaje extra provoca cargos inmediatos.

El fin del billete en papel y la digitalización obligatoria

Se acabó el papel. Desde mayo de 2025, Ryanair elimina el billete físico y exige el uso de tarjetas de embarque digitales. Cualquier pasajero sin la app en el móvil o con problemas técnicos será sancionado, ya que no existe alternativa para imprimir en el aeropuerto. Esta política responde al deseo de reducir la huella ambiental con la promesa de ahorrar más de 300 toneladas de residuos cada año y de reducir costes administrativos. Para los menos tecnológicos o quienes no tienen un smartphone apto, la consecuencia es la exclusión del vuelo y la posible pérdida de todo el dinero invertido.

Foto Freepik

Multas por retraso y tiempos de llegada exigidos

La puntualidad entra en juego de manera drástica. Ryanair exige que los viajeros se presenten al menos 40 minutos antes del cierre de embarque. Llegar fuera de ese margen acarrea una multa de hasta 100 euros. Si es necesario reprogramar el vuelo, el desembolso puede escalar a 120 euros, muchas veces más caro que el trayecto original. Estas medidas refuerzan la disciplina en la gestión de embarques y buscan evitar desajustes operativos, pero la realidad es que, ante cualquier imprevisto, el viajero paga el precio.

¿Cómo afectan estas normas a los viajeros y consejos para evitar sanciones?

Adaptarse a los cambios de Ryanair será indispensable para ahorrar disgustos y dinero. La digitalización total y la vigilancia del tamaño del equipaje obligan a los usuarios a planificar hasta el mínimo detalle, sin dejar nada al azar. Ignorar un solo paso puede desembocar en sanciones que, por sí solas, arruinarían cualquier presupuesto.

Preparar el equipaje según la nueva normativa

Organizar la maleta es ahora casi un arte. Se recomienda optar solo por equipajes que se ajusten exactamente a las medidas permitidas, comprobando largo, ancho y alto. El peso del equipaje de mano nunca debe superar los 10 kg si se utiliza la opción de Prioridad, y las maletas que se colocan bajo el asiento no deben ni sobresalir ni ocupar espacio indebido. Pesar el equipaje en casa y comparar las medidas con una cinta métrica puede marcar la diferencia entre viajar ligero o gastar decenas de euros extras en el último minuto.

Utilizar la aplicación móvil y la facturación digital

El uso de la app oficial de Ryanair ya no es opcional. Descargarla, facturar online y generar la tarjeta digital de embarque se convierte en el nuevo ritual. Es fundamental asegurarse de que el móvil esté cargado y operativo, sin depender de la cobertura o la conexión wifi en el aeropuerto. Guardar la tarjeta en el dispositivo y, si es posible, fuera de la nube evita sorpresas si el acceso a internet falla. La tecnología se convierte tanto en pasaporte como en barrera, dependiendo de la preparación de cada viajero.

Gestionar el tiempo antes del vuelo

El reloj manda. Presentarse con tiempo suficiente en el aeropuerto deja espacio para imprevistos, colas o revisiones de seguridad inesperadas. Preparar los documentos y revisar puertas de embarque evita carreras de última hora. No llegar a la zona de embarque antes del cierre puede transformar unas vacaciones baratas en una pesadilla financiera por culpa de las multas. Controlar el reloj es casi tan importante como controlar el peso de la maleta.

La experiencia de volar con Ryanair en 2025 se define por la digitalización total, la precisión en el equipaje y un estricto cumplimiento de los horarios. Pasar por alto un solo detalle puede traducirse en una sanción de hasta 100 euros o la pérdida del vuelo. Mantenerse informado y actualizarse antes de viajar se convierte en el mejor escudo para no caer en las trampas de una política diseñada para la eficiencia, pero implacable con los errores. Solo quien planea y revisa todos los puntos llega a destino sin gastos inesperados ni sobresaltos.

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