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11 cosas que aumentan el riesgo de sufrir una quemadura solar

Existen varias cosas que pueden aumentar la sensibilidad de la piel al sol. De hecho, ciertos alimentos o medicamentos pueden dejar tu piel irritada, seca y adolorida.

Los tiempos son cada vez más cálidos y los días más soleados, por lo que nos hemos tenido que cuidar mucho mejor de los rayos del sol y el cáncer de piel. Pero, no se trata solo de aplicar bloqueador solar. Para ayudarnos a protegernos de las quemaduras solares inesperadas, los dermatólogos han analizado las causas más comunes y sorprendentes. Veamos algunas:

Consumo de antibióticos.

Uno de los antibióticos más comunes prescritos por los dermatólogos para tratar el acné es la tetraciclina. Pero, lo que muchos no saben es que también se trata de un medicamento oral que hace que la piel sea más sensible al contacto con el sol y más propensa a las quemaduras.

Otro antibiótico que sensibiliza la piel es la doxiciclina, medicada para el acné grave o la enfermedad de Lyme. Te recomendamos que antes de tomar cualquier medicamento nuevo preguntes a tu médico o a un farmacéutico si tiene efectos secundarios sobre la piel y cuál es el cuidado necesario durante su consumo.

Mascarillas exfoliantes.

Es genial eliminar las células muertas de la superficie de la piel y obtener una textura más juvenil. El inconveniente aparece cuando nos enteramos de que la exfoliación también elimina la protección solar natural de la piel. De hecho, las mascarillas exfoliantes, los peelings químicos y la microdermoabrasión pueden tener este efecto.

Usar retinoides en verano.

Los retinoides pueden mantener los poros limpios y la piel saludable, pero también pueden hacerla susceptible a las quemaduras solares. Dejarlos en verano es una opción, y en su lugar, puedes usar un retinol de venta libre menos potente durante los meses más cálidos y bloqueador solar.

Beber una margarita.

Debes abrigarte bien si vas a pedir una margarita o un refresco de lima en la playa. Los zumos de lima o cítricos pueden tener una reacción fototóxica, y algunas sustancias químicas (como las de los cítricos) se activan al contacto con el sol y dañan la piel, causando una decoloración en los labios o las manos.

FPS demasiado bajos.

Te sorprenderá saber que el FPS 15 te protege contra el 95% de los rayos UVB, mientras que el FPS 30 es eficaz contra el 97% o el 98%. Esta diferencia puede parecer pequeña, pero es de gran ayuda. Por eso se recomienda a los pacientes que utilicen FPS 30 o 50, ya que son mucho más efectivos.

No basta con solo una aplicación de protector solar.

Salir a la playa o estar bajo el sol requiere de la aplicación de bloqueador solar cada dos horas. Un buen truco es programar un temporizador cada dos horas cuando se vaya a la playa o al aire libre.

Las nubes no protegen del sol.

Creer que en los días nublados no se necesita protección solar es un error, ya que esto es solo una falsa sensación de seguridad, y sí, nos podemos quemar, aunque el día este nublado. De hecho, el 40% de los rayos UV penetran las nubes, y aunque el riesgo es un poco menos, el tiempo que se pasa al aire libre aumenta la probabilidad de una quemadura inesperada.

Ir a la playa a mediodía.

Considera la opción de ir mejor a la playa en la mañana o durante las horas de la tarde. La mejor opción para el cuidado de los pies es mantenerse alejado del sol cuando los rayos son más fuertes, sobre todo entre las 10 de la mañana y las 2 de la tarde.

Revisa la fecha de vencimiento de tu protector.

Si te aplicas la cantidad adecuada de bloqueador al día, un bote no debería durar más de una temporada. Legalmente se exige que los protectores solares sean válidos durante tres años. Después de ese tiempo, lo más probable es que estos productos no protejan tan bien como deberían.

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Veronica Pereira