¿Cuánta proteína hay en un huevo?

El huevo de gallina se mantiene como uno de los alimentos más valorados en cocinas de todo el mundo. Sencillo, versátil y disponible en casi cualquier nevera, destaca por ser una fuente de proteínas de alta calidad. Su popularidad no se debe solo a su sabor, sino también a la eficacia con la que aporta nutrientes esenciales. Saber cuánta proteína contiene un huevo ayuda a quienes buscan optimizar su alimentación, desde deportistas hasta quienes cuidan su dieta diaria.
Contenido de proteína en el huevo de gallina
Un huevo de gallina es mucho más que una simple fuente de alimento. Contiene entre 5,5 y 6,4 gramos de proteína por unidad, dependiendo de su tamaño. Esto representa un aporte relevante para cubrir las necesidades diarias del organismo. El huevo es bien conocido por ofrecer un valor biológico alto, lo que significa que sus proteínas se absorben y usan casi por completo en el cuerpo humano.
Estas proteínas del huevo se consideran completas, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales necesarios para la formación de tejidos y el mantenimiento de la masa muscular. Por esta razón, nutricionistas y médicos suelen recomendar incluir huevo en la dieta, especialmente en etapas de crecimiento, recuperación o aumento de la actividad física.
Proteína total según el tamaño del huevo
El contenido de proteína varía según el tamaño del huevo.
- Un huevo mediano, que pesa alrededor de 53-63 gramos, contiene entre 5,5 y 6,4 gramos de proteína por unidad.
- Para huevos grandes, el aporte llega a 6,3 a 7 gramos.
- Un huevo extra grande puede superar los 7,5 gramos de proteína.
Estos valores corresponden a la parte comestible, sin tener en cuenta la cáscara. Por eso, al calcular el consumo diario de proteína, se recomienda considerar siempre el peso neto del alimento listo para consumir.
Distribución de proteína entre clara y yema
La clara del huevo es la parte con mayor concentración de proteína. Aproximadamente cuatro gramos de proteína por unidad mediana se encuentran en la clara. Por su parte, la yema contiene también proteínas muy valiosas, aunque en menor proporción respecto a la clara, con cerca de 2,5 gramos por huevo.
Ambas partes son necesarias para un perfil completo de aminoácidos. Consumir solo clara puede reducir el aporte de ciertos nutrientes presentes en la yema, como la colina, que desempeña un papel central en la función cerebral. Para alcanzar un balance óptimo, es recomendable consumir el huevo entero.
Beneficio nutricional de la proteína del huevo
La proteína del huevo no solo destaca por su cantidad, sino por su calidad. La puntuación PD-CAAS (Protein Digestibility-Corrected Amino Acid Score), la sitúa entre las mejores fuentes de proteína disponible para la dieta humana.
Los aminoácidos presentes en el huevo se encuentran en proporciones ideales, permitiendo una recuperación muscular eficiente y una mejor regeneración celular. Eso convierte al huevo en un aliado clave para quienes buscan mantener o aumentar su masa muscular, así como para quienes desean mejorar su salud general.

Aprovechamiento y digestibilidad
El cuerpo humano aprovecha casi el 100% de las proteínas del huevo, gracias a su alta digestibilidad. Esto significa que, casi todo lo que se ingiere, se convierte en material útil para el organismo. Las proteínas, como la ovoalbúmina y la ovotransferrina, son responsables de una absorción completa y rápida.
La digestibilidad es tan alta que el huevo se utiliza como referencia estándar para evaluar otras fuentes de proteína en la alimentación, tanto animal como vegetal.
Proteína del huevo frente a otras fuentes animales y vegetales
Al comparar el huevo con otras fuentes, como carne, pescado o legumbres, se observa que la proteína del huevo tiene mayor biodisponibilidad. Por ejemplo, una porción de carne magra puede aportar más proteínas en gramos, pero el cuerpo aprovecha una fracción menor.
Las legumbres, aunque saludables, se quedan por debajo en algunos aminoácidos esenciales. La proteína del huevo sobresale en calidad frente a la mayoría de las alternativas vegetales. Por ello, sigue siendo una de las mejores opciones para completar el perfil proteico en dietas vegetarianas (si estas permiten huevos).
Recomendaciones y consideraciones en el consumo de huevo
El huevo es seguro y nutritivo, pero siempre conviene tener en cuenta algunos aspectos para maximizar sus beneficios y prevenir riesgos.
Cantidad diaria recomendada y seguridad alimentaria
El consumo habitual de huevo se sitúa entre 3 y 4 unidades por semana para la población general, según pautas de varias organizaciones de salud. Aunque contiene colesterol, la evidencia más actual muestra que en personas sanas, el impacto sobre el colesterol sanguíneo es bajo si se consume dentro de una dieta equilibrada.
En personas con hipercolesterolemia confirmada o alergia al huevo, se debe limitar o evitar el consumo por recomendación médica. Es esencial manipular y cocinar bien el huevo para evitar infecciones por bacterias, como la salmonela. La cocción completa y el almacenamiento adecuado en refrigeración son imprescindibles para la seguridad alimentaria.
Impacto de la cocción en la proteína del huevo
La forma de cocinar el huevo influye en la disponibilidad de sus proteínas. El huevo crudo ofrece proteínas menos digeribles; la cocción rompe algunas estructuras complejas, facilitando la absorción. Por eso, mejor consumir huevo bien cocinado, ya sea hervido, a la plancha o en tortilla.
Preparaciones a temperaturas superiores a 70 ºC, como hervido o revuelto, permiten mejor aprovechamiento, aunque una cocción excesiva puede afectar la textura sin disminuir su valor proteico.
Consumir el huevo en su punto justo da acceso a todos sus nutrientes, vitamina y proteínas, haciendo este alimento apto para cualquier momento del día.
El huevo sobresale por su contenido proteico, su alta digestibilidad y la calidad de sus aminoácidos. Integrarlo en una dieta balanceada resulta beneficioso tanto para deportistas como para quienes buscan una alimentación práctica y económica. Disfrutar el huevo entero clara y yema es la manera de aprovechar su potencial y sumar ventajas nutricionales a la rutina diaria.