¿Deberías cepillarte la lengua?

¿Es común escuchar sobre la importancia de cepillarse los dientes, pero qué hay de la lengua? Aunque muchas personas se enfocan únicamente en mantener sus dientes impecables, la lengua puede convertirse en el escondite perfecto para bacterias y residuos. Aquí se analiza si realmente es necesario introducir este hábito en la rutina de higiene oral diaria.
La lengua: un mosaico de funciones y bacterias
La lengua no solo participa en funciones esenciales como masticar, deglutir y hablar, sino que también juega un papel importante en la salud bucal. Su superfície rugosa sirve como hogar para millones de bacterias, pero esto no necesariamente es algo negativo. Estas bacterias, en conjunto con las presentes en los dientes y las encías, forman parte del microbioma bucal, un ecosistema que contribuye al equilibrio de la salud oral.
Sin embargo, cuando estas bacterias se acumulan en exceso, pueden generar problemas como mal aliento o la formación de una capa blanca conocida como “lengua saburral”. Es aquí donde surge la duda: ¿cepillarla ayuda o daña este delicado equilibrio?
¿Es imprescindible cepillar la lengua diariamente?
A diferencia de los dientes, la lengua cuenta con un método “integrado” de autolimpieza: la saliva. Una lengua sana suele mantenerse en equilibrio gracias a este mecanismo natural. Según los expertos, como la Dra. Sophie-Myriam Dridi, no siempre es necesario añadir el cepillado de la lengua a la rutina diaria, a menos que existan signos de acumulación bacteriana significativa.
En ciertos casos, como la sequedad bucal (xerostomía) o la ingesta prolongada de medicamentos, es común que se observe una capa blanquecina difícil de eliminar solo con saliva. En estas situaciones, podría ser útil limpiar la lengua, pero siempre con las herramientas adecuadas.
¿Cómo limpiar correctamente sin dañar la lengua?
Si decides incluir este paso en tu rutina, evita usar tu cepillo de dientes tradicional, que puede irritar las papilas gustativas y dañar la superficie lingual. En su lugar, utiliza un gratte-langue (raspador lingual) o cepillos diseñados específicamente para esta tarea.
La técnica es simple: realiza movimientos suaves desde la parte posterior hacia la punta de la lengua. Esto asegura que las bacterias y partículas acumuladas sean eliminadas en dirección hacia afuera. No olvides limpiar los bordes laterales, ya que también pueden retener residuos.

¿Cepillar la lengua elimina el mal aliento?
El mal aliento, o halitosis, es una preocupación común para muchas personas. Aunque limpiar la lengua puede ayudar a reducir los olores desagradables, no es la causa principal del mal aliento. De hecho, en la mayoría de los casos, este problema está relacionado con la acumulación de placa bacteriana en los dientes o problemas gástricos.
Por eso, una buena higiene bucal basada en el cepillado de los dientes, el uso de hilo dental y enjuague bucal suele ser más que suficiente para combatir esta problemática.
El impacto del cepillado en el sentido del gusto
Una lengua cubierta de bacterias no solo afecta la higiene bucal, sino también tu capacidad para distinguir sabores. La acumulación en las papilas puede bloquear los receptores del sabor, reduciendo la sensibilidad a los alimentos. Por lo tanto, mantener la lengua limpia puede mejorar la experiencia al comer al permitir que las papilas gustativas realicen su función.
Higiene bucal: el equilibrio lo es todo
En el cuidado bucal, más no siempre es mejor. Si bien hay beneficios al limpiar la lengua correctamente, hacerlo en exceso o de forma agresiva puede alterar el microbioma bucal. Esto, a largo plazo, podría conducir a problemas de sensibilidad o infecciones. El enfoque ideal es mantener el equilibrio: cepillarse los dientes dos veces al día con una pasta fluorada, usar hilo dental y, si es necesario, limpiar la lengua de manera suave y con herramientas diseñadas para ello.
La respuesta no es un simple sí o no, sino un “depende”. Para una persona con buena salud oral y una producción normal de saliva, el cepillado de la lengua no es una obligación diaria. Sin embargo, si tienes problemas como sequedad bucal, halitosis persistente o una capa visible en la lengua, podría ser útil integrarlo ocasionalmente.
El objetivo final es mantener una boca sana y equilibrada. Así que escucha las señales de tu cuerpo, adopta prácticas de limpieza adecuadas y consulta a un odontólogo si tienes dudas sobre lo que es mejor para ti.