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Salud

¿Es común la disfunción sexual?

‍La sociedad y los medios de comunicación han creado expectativas inalcanzables cuando se trata de encuentros íntimos. Sin embargo, la realidad es que los problemas sexuales son comunes y se conocen como disfunción sexual, que se refiere a los problemas en el funcionamiento sexual de una persona, impidiendo el desarrollo de una vida sexual plena y la creación de vínculos satisfactorios en las parejas. Estos problemas pueden tener múltiples causas, desde aspectos biológicos y psicológicos hasta influencias socioculturales y la relación con la pareja.

Es normal que, cuando estos problemas ocurren con frecuencia, la imagen y la autoestima se vean afectadas. La sexualidad es una parte vital de las personas, y el estado mental, físico y espiritual puede tener un impacto directo en el rendimiento sexual y en la aparición de trastornos sexuales.

Disfunción sexual en las mujeres

La disfunción sexual en las mujeres se manifiesta cuando hay un cambio significativo en su comportamiento sexual habitual. Pueden experimentar una disminución o incluso la desaparición de sus pensamientos y fantasías sexuales, y pueden evitar o postergar los encuentros sexuales. Además, pueden sufrir dificultades para disfrutar del acto sexual, lo cual afecta su calidad de vida y sus relaciones personales.

Existen diferentes tipos de disfunción sexual femenina:

  1. Deseo Sexual Hipoactivo: falta de deseo sexual.
  2. Trastorno de la Excitación Sexual: dificultad para alcanzar la excitación sexual.
  3. Dolor durante las relaciones sexuales.
  4. Vaginismo: dificultad para tener relaciones sexuales debido a la contracción involuntaria de los músculos inferiores de la vagina.
  5. Anorgasmia: incapacidad o dificultad para tener orgasmos.

Si bien no existe un tratamiento general para estos casos, es fundamental identificar la causa específica de la disfunción para brindar una ayuda personalizada a cada paciente. Por lo tanto, es esencial acudir a un médico especialista.

Disfunción sexual en los hombres

Para que un hombre considere que tiene una disfunción sexual, debe tener problemas para experimentar deseo sexual, excitación (tener una erección) o alcanzar el orgasmo (eyacular). Cualquier persona puede experimentar ocasionalmente dificultades en su respuesta sexual, pero se considera una disfunción sexual cuando el malestar se prolonga durante al menos tres meses y de manera persistente.

Los problemas sexuales en los hombres se clasifican en:

  1. Deseo Sexual Hipoactivo: falta de deseo sexual.
  2. Disminución de pensamientos y fantasías sexuales.
  3. Disminución de la frecuencia con la que se inicia una actividad sexual.
  4. Deseo Sexual Hiperactivo: deseo sexual constante a lo largo del día, sin importar la actividad que se esté realizando.
  5. Incapacidad para controlar o posponer el deseo sexual inmediato.
  6. Incapacidad para detener el comportamiento sexual a pesar de las consecuencias negativas.
  7. Disfunción Eréctil: dificultad para mantener una erección durante el acto sexual.
  8. Problemas en el Orgasmo:
    • Eyaculación Precoz: falta de control sobre el momento de la eyaculación.
    • Eyaculación Retardada: dificultad para eyacular a pesar de la estimulación adecuada.
    • Anhedonia o Dispareunia: falta de sensaciones placenteras durante el orgasmo.
  9. Evitación Fóbica del Sexo: evitar cualquier situación sexual.

Es importante destacar que estos problemas sexuales no son exclusivos de los hombres, sino que también pueden afectar a las mujeres. Sin embargo, se considera que son más frecuentes en el género femenino.

Buscar ayuda profesional

Muchos pacientes no buscan ayuda profesional ni reciben tratamiento o consejo debido a la falta de conocimiento sobre el tema, así como a razones sociales, culturales e incluso religiosas. Sin embargo, la función sexual es una parte importante de la vida que requiere atención.

Para enfrentar los cambios naturales del cuerpo y promover una vida sexual saludable, es fundamental combatir la ansiedad y el estrés, seguir una alimentación equilibrada y hacer ejercicio regularmente. Además, es necesario realizar visitas periódicas al médico para abordar cualquier problema o inquietud relacionada con la sexualidad.

Las relaciones sexuales placenteras y saludables contribuyen al equilibrio del ser humano y nos permiten disfrutar sin temor de uno de los aspectos más importantes de la vida.

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Veronica Pereira