Este es el momento del día en que tu cuerpo quema más calorías (y casi nadie lo sabe)
El metabolismo humano no funciona igual a todas horas. Muchas personas creen que el mejor momento para quemar calorías es por la mañana, pero la ciencia muestra que el cuerpo tiene su propio ritmo y sorprende con un pico inesperado de gasto energético.

El reloj biológico manda: metabolismo y ritmo circadiano
El cuerpo responde a un reloj interno, conocido como ritmo circadiano, que marca cuándo activar o reducir funciones clave como la digestión o la quema de energía. Diversos estudios de la Universidad de Harvard y publicaciones en Current Biology han revelado que el cuerpo, incluso en reposo, consume más calorías en la tarde que en las primeras horas del día.
Este patrón es independiente de si la persona hace ejercicio o permanece estática. El aumento en el consumo calórico vespertino sucede aun estando sentado o acostado. El metabolismo se acelera en este lapso, sin que uno lo perciba.
La franja dorada: ¿cuándo ocurre el pico calórico?
Expertos han comprobado que el cuerpo quema cerca de un 10% más de calorías entre las 5 y las 7 de la tarde en comparación con las primeras horas de la mañana. Esto equivale a alrededor de 130 calorías extra por el simple hecho de estar despierto y en reposo en ese periodo.
La temperatura corporal, que baja por la madrugada, alcanza sus valores medios por la tarde, y es justo ahí donde el metabolismo basal —la cantidad de energía que el cuerpo usa para sobrevivir— se activa con mayor fortaleza.
¿Por qué el cuerpo gasta más energía por la tarde?
El incremento vespertino en la quema de calorías está ligado a la expresión de genes relacionados con la descomposición de grasas y la termogénesis. Estos genes se activan más cuando el ritmo circadiano marca la tarde, favoreciendo la utilización de reservas energéticas.
Este fenómeno ocurre sin necesidad de actividad física. Si bien moverse y hacer ejercicio siempre ayuda a quemar calorías, el cuerpo por sí solo entra en una fase de mayor gasto energético en determinadas horas.
Algunas personas notan un cansancio mayor al final de la jornada y suelen culpar al trabajo o la rutina. Sin embargo, esta fatiga puede estar relacionada con el incremento natural en la quema de energía que ocurre a esas horas.

Implicaciones para la salud y el peso
Comprender que el metabolismo tiene ritmos puede cambiar la forma en que se planifican las comidas y las rutinas. Personas con horarios irregulares de sueño o comidas, como quienes trabajan turnos rotativos, tienden a ganar peso con más facilidad. El desajuste entre hábitos y el reloj biológico puede reducir la eficiencia para gastar calorías y aumentar el riesgo de trastornos metabólicos.
Sincronizar la hora de las comidas y el descanso con los ritmos naturales del cuerpo mejora la utilización de la energía, ayuda a controlar el peso y previene enfermedades metabólicas. Una alimentación regular y un descanso adecuado marcan la diferencia para aprovechar este pico vespertino y mantener un metabolismo saludable.
Ejercicio y metabolismo: ¿importa la hora?
Mientras que el pico de gasto calórico en reposo ocurre por la tarde, existen estudios en animales que sugieren que ejercitarse por la mañana puede activar ciertos genes que fomentan la quema de grasa. En humanos, la evidencia es menos clara, pero sí se sabe que adaptar el ejercicio y la alimentación a los ritmos internos ayuda a perder peso y ganar salud sin hacer esfuerzos extremos.
Lo importante es favorecer horarios estables, evitar cenas tardías y dormir lo suficiente. Así, el cuerpo puede aprovechar al máximo su reloj interno y quemar más calorías de manera natural.
Un aliado inesperado para la tarde
Aprovechar este conocimiento puede ser la clave para quienes buscan bajar de peso o mantener su energía estable. No es necesario exigirle al cuerpo ejercicios agotadores a horas en que no responde bien. Basta con ajustar los horarios a favor de los ritmos naturales, permitiendo que el propio metabolismo haga parte del trabajo.
Queda demostrado que el momento en que se consume la energía importa tanto como la cantidad de calorías consumidas. Organizar la rutina en función del reloj biológico puede resultar una de las herramientas más sencillas y efectivas para quienes buscan salud y bienestar a largo plazo.