¿Alguna información? ¿Necesitas contactar al equipo editorial? Envía tus correos electrónicos a [email protected] o ve a nuestro formulario.
Cocina, recetas y alimentos

Este es el momento perfecto para tomar tu primer café del día

Iniciar la mañana con una taza de café se ha convertido en un ritual casi universal. Más allá de una costumbre, el primer café actúa como punto de partida para el día y, al mismo tiempo, marca el ritmo de nuestro estado de ánimo y energía. Cada sorbo parece encender los sentidos, transformar el cansancio en impulso y preparar el cuerpo para enfrentar los retos de la jornada. Elegir el instante preciso para este pequeño placer puede marcar la diferencia entre sentir claridad mental o solo una ráfaga pasajera de energía.

¿Por qué el primer café del día es tan importante?

El café tiene la habilidad de “despertar” el sistema nervioso gracias a su contenido de cafeína, una molécula que compite con la adenosina en el cerebro. La adenosina es la responsable de hacernos sentir sueño y cansancio a medida que pasan las horas despiertos. Al tomar café, la cafeína bloquea la acción de esta sustancia, lo que resulta en mayor alerta y concentración.

Durante los primeros minutos después de despertar, el organismo todavía está bajo el efecto de una oleada de cortisol, la hormona natural de la vigilia. Este pico de cortisol ayuda al cuerpo a activarse y a regular el metabolismo de manera natural. Si el café se consume justo al levantarse, cuando el cortisol está en su punto más alto, su efecto puede pasar desapercibido o provocar una tolerancia prematura.

Por ese motivo, se recomienda esperar al menos 30 minutos después de abrir los ojos antes de disfrutar el primer café. Así, la acción de la cafeína se suma de forma más eficaz a la energía natural del cuerpo.

La ciencia detrás del horario óptimo para tomar café

Entre las seis y las nueve de la mañana, el cuerpo suele producir más cortisol, lo que ayuda a ponerse en marcha sin necesidad de estimulantes externos. Consumir café en pleno pico de cortisol puede no aportar el beneficio esperado, ya que el cuerpo ya se encuentra alerta de forma natural.

Cuando el nivel de cortisol comienza a bajar, el café puede actuar como un refuerzo que prolonga y potencia el estado de despierto y enfocado. El ritmo circadiano, ese reloj biológico interno que dicta cuándo dormir y cuándo estar alerta, también influye en la forma en que el organismo responde a la cafeína. Aprovechar este ritmo y retrasar el café hasta después de la primera media hora despierto permite que su efecto sea más notable y duradero.

Consecuencias de tomar café demasiado temprano o muy tarde

Tomar café justo al levantarse no solo reduce parte de su efecto, sino que puede llevar a aumentar la dosis diaria en busca del mismo “empujón”, lo que genera mayor tolerancia y dependencia. Por otro lado, consumir café en horas tardías, especialmente después del mediodía, puede dificultar el sueño por la noche y alterar el ciclo normal de descanso.

La cafeína tarda alrededor de seis horas en eliminarse por completo del cuerpo. Beber café por la tarde puede provocar insomnio, ansiedad e incluso malestares digestivos como acidez. Además, un consumo excesivo o fuera de tiempo puede interferir con la regulación del cortisol, aumentando los niveles de estrés y afectando el sistema inmune y hormonal.

Foto Freepik

Beneficios comprobados del café matutino para la salud

El café es mucho más que un estimulante. Diversos estudios científicos destacan sus beneficios cuando se consume de manera responsable en la mañana. Los antioxidantes presentes en el café, sumados a la acción de la cafeína, tienen un impacto positivo en múltiples áreas de la salud.

Algunas investigaciones vinculan el consumo regular de café con una mejor salud metabólica, ayudando a regular los niveles de glucosa y la sensibilidad a la insulina. A nivel cardiovascular, un consumo moderado ha mostrado efectos protectores sobre las arterias y el corazón, siempre que no se combine con exceso de azúcar ni se abuse de la cantidad.

El hígado también se beneficia, ya que el café puede contribuir a prevenir ciertas patologías hepáticas. A nivel cerebral, se asocia con una reducción en el riesgo de deterioro cognitivo y un mejor desempeño mental, especialmente si se toma en las primeras horas del día.

Efectos en la prevención de enfermedades crónicas y longevidad

Diversos estudios sugieren que el consumo de café puede ayudar a reducir el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunas enfermedades hepáticas. Los polifenoles y otros antioxidantes presentes en esta bebida juegan un papel clave en la protección de las células frente al daño oxidativo.

En relación a la longevidad, los hallazgos indican que quienes disfrutan de café en su rutina diaria tienen una menor tasa de mortalidad por todas las causas, siempre que el consumo sea moderado y adecuado al horario. Así, el café matutino se convierte en un aliado para un bienestar prolongado.

El café como protector y estimulante cognitivo

Lee también:

El efecto del café sobre el cerebro no se limita al estado de alerta inmediato. Los antioxidantes y la cafeína contribuyen a proteger las neuronas, ayudando a mantener la memoria y la agilidad mental en buen estado. El consumo regular está vinculado a una reducción en el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson.

Durante la mañana, el rendimiento mental puede alcanzar su punto máximo gracias al café, lo que favorece la concentración y la rapidez de pensamiento. Esta combinación de protección y estimulación cognitiva convierte al café en una opción apreciada por profesionales, estudiantes y cualquier persona que busque un comienzo de día productivo.

Elegir bien el momento del primer café

El primer café del día va más allá de lo anecdótico. Elegir cuidadosamente cuándo disfrutarlo mejora sus efectos, potencia los beneficios para la salud y minimiza los inconvenientes asociados al consumo inadecuado. La ciencia respalda la importancia de sincronizar el café con el reloj interno del cuerpo, permitiendo explotar al máximo tanto la energía matutina como la actitud positiva que una buena taza puede aportar.

Contar con este ritual, ajustado al momento óptimo, suma bienestar físico y mental, y aporta un pequeño placer diario con grandes efectos a largo plazo. La calidad del descanso, la salud general y el rendimiento a lo largo del día pueden mejorar cuando se incorpora el primer café en sintonía con el propio ritmo biológico. Para muchos, allí está la verdadera clave de un día exitoso.

¿Le resultó útil este artículo?