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Nunca más volverás a romper huevos en el borde de la sartén. Te contamos por qué

Cuando se trata de cocinar huevos, muchas personas tienen la costumbre de romperlos en el borde de la sartén para abrir la cáscara. Sin embargo, esta técnica aparentemente inofensiva puede ser más peligrosa de lo que parece.

La importancia de manipular los huevos con cuidado

Los huevos son un alimento muy popular en la dieta de muchos países, incluyendo España. Según un estudio del Instituto Técnico Agrícola, las ventas de huevos han aumentado significativamente en los últimos años y esto se debe a su versatilidad y a su valor nutricional. Sin embargo, es fundamental manejarlos con cuidado para evitar la propagación de bacterias dañinas.

Cuando un huevo es producido por una gallina, sale de una cavidad llamada cloaca, que funciona tanto como vagina como ano. La cáscara del huevo está en contacto directo con esta área y, por lo tanto, puede contener bacterias fecales, como la salmonela. La salmonela es una bacteria que vive en el tracto digestivo de los animales y los seres humanos, y puede causar enfermedades graves cuando se ingiere.

El riesgo de contaminación bacteriana

La salmonela es una de las causas más comunes de infecciones alimentarias, y puede provocar síntomas desagradables como diarrea, dolor abdominal, náuseas, vómitos, fiebre y deshidratación. Aunque el interior del huevo está protegido de las bacterias, una simple proyección de la cáscara al romperlo puede contaminar la parte comestible y propagar la bacteria.

Cuando se rompe un huevo en el borde de la sartén, la cáscara se desmenuza en pequeños trozos y aumenta las posibilidades de que estos fragmentos se mezclen con el huevo y contaminen el plato. Esto puede llevar a enfermedades transmitidas por alimentos y afectar especialmente a personas vulnerables, como niños y adultos mayores.

Foto Freppik

La importancia de lavar los huevos correctamente

Algunas personas pueden pensar que lavar la cáscara del huevo es suficiente para eliminar las bacterias, pero esto puede ser contraproducente. La cáscara del huevo es muy porosa, lo que significa que el agua utilizada para lavarla puede hacer que las bacterias penetren en el interior del huevo. Por lo tanto, es recomendable no lavar los huevos con agua, ya que esto puede aumentar el riesgo de contaminación.

Si deseas limpiar la cáscara de los huevos, puedes hacerlo con un paño seco y limpio. Sin embargo, es importante tener cuidado al romper el huevo, evitando aplastar y desmenuzar la cáscara. También puedes utilizar una superficie aparte para romper el huevo, asegurándote de que no haya fragmentos de cáscara que contaminen la preparación.

Precauciones al manipular huevos

Además de evitar romper los huevos en el borde de la sartén, existen otras precauciones que debes tomar al manipular huevos para garantizar la seguridad alimentaria. Aquí hay algunas recomendaciones:

Antes y después de manipular huevos, lávate las manos minuciosamente con agua y jabón para evitar la propagación de bacterias.
Almacenamiento adecuado: guarda los huevos en el refrigerador y verifica la fecha de caducidad. Evita comprar huevos con la cáscara agrietada o sucia.
Cocina bien los huevos hasta que la clara y la yema estén firmes para asegurarte de que cualquier bacteria presente sea destruida.
Evita la contaminación cruzada: no pongas huevos crudos en contacto con otros alimentos y utensilios de cocina sin lavar. Utiliza utensilios limpios y separados para manipular huevos crudos y otros alimentos.

Siguiendo estas precauciones, podrás disfrutar de los huevos de manera segura y reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos.

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Veronica Pereira