¿Alguna información? ¿Necesitas contactar al equipo editorial? Envía tus correos electrónicos a [email protected] o ve a nuestro formulario.
En forma

Olvídate de las sentadillas, este ejercicio poco conocido es aún más efectivo para tus glúteos

Durante años, las sentadillas han reinado cuando se busca un trasero fuerte y tonificado. Pero la ciencia del entrenamiento deportivo ha avanzado y hoy existe un ejercicio que activa de manera aún más profunda tus glúteos. Se trata del Hip Thrust, una técnica que ha transformado el entrenamiento del tren inferior y que, bien ejecutada, supera los resultados de los movimientos clásicos. El Hip Thrust ha ganado popularidad entre atletas y especialistas en acondicionamiento físico por su capacidad para potenciar fuerza, volumen y rendimiento, colocándose como protagonista en rutinas que buscan marcar la diferencia.

¿Por qué las sentadillas ya no son el único rey para los glúteos?

Las sentadillas, en todas sus variantes, han sido la base del entrenamiento de glúteos y piernas gracias a su efecto integral. Permiten trabajar grandes grupos musculares al mismo tiempo y son parte infaltable de cualquier programa de fuerza o acondicionamiento básico. Sin embargo, nuevas tendencias han cambiado el foco, mostrando la importancia de individualizar los ejercicios para cada objetivo y tipo de cuerpo.

Beneficios y límites de las sentadillas clásicas y sus variantes

Las sentadillas aportan fuerza, mejoran la movilidad articular y ayudan a construir masa muscular, principalmente en los muslos y glúteos. También favorecen la estabilidad de la cadera y la espalda baja, fortaleciendo la zona central. Diversas variantes, como la sentadilla profunda, la búlgara y las zancadas, permiten adaptar el estímulo y aumentar la dificultad.

A pesar de su efectividad, muchas personas no consiguen la máxima activación del glúteo mayor únicamente con sentadillas. Esto se debe a que, en muchos casos, el movimiento está dominado por los cuádriceps o la técnica limita el rango de recorrido. Incluso sentadillas profundas, aunque mejoran la activación glútea, pueden quedarse cortas para quienes buscan hipertrofia o requieren un estímulo directo y seguro sobre el glúteo mayor, sin sobrecargar las rodillas ni la zona lumbar.

Errores comunes al realizar sentadillas y cómo afectan a la activación de los glúteos

La técnica inadecuada es el enemigo silencioso de las sentadillas efectivas. Cuando se pierde la alineación de la espalda, los pies no se colocan correctamente o las rodillas se mueven hacia adentro, es fácil que el esfuerzo se desvíe a otros músculos. Además, la falta de conciencia muscular hace que el glúteo mayor no se contraiga en el momento adecuado, desperdiciando potencial y aumentando el riesgo de molestia o lesión.

Un error frecuente es el uso de cargas excesivas sin controlar la ejecución, lo que sacrifica calidad a favor de cantidad. Otro problema es limitarse a la profundidad de una media sentadilla, donde el glúteo apenas participa. Estos fallos frenan el desarrollo y pueden traducirse en frustración o en una fisionomía que no termina de cambiar, por más repeticiones que se hagan.

Hip Thrust: el ejercicio poco conocido que supera a las sentadillas

El Hip Thrust o empuje de cadera ha revolucionado la forma en que se entrena el glúteo mayor. Se caracteriza por un estímulo mucho más directo sobre toda la musculatura glútea, generando niveles de activación que superan ampliamente a los de la sentadilla o el peso muerto tradicional. Reconocidos expertos y fisioterapeutas lo recomiendan tanto para fines estéticos como funcionales, y su impacto en rutinas deportivas es cada vez mayor.

Este ejercicio permite ajustar el rango de recorrido y la carga, maximizando la contracción muscular y minimizando la tensión innecesaria en rodillas o espalda baja. Gracias a su enfoque aislado y seguro, el Hip Thrust es ideal para quienes buscan volumen, potencia y estabilidad en caderas sin sacrificar la salud articular.

Foto Freepik

¿Cómo ejecutar correctamente el Hip Thrust para obtener más resultados?

Para realizar un Hip Thrust de calidad, la posición inicial es clave. La espalda debe apoyarse contra un banco estable, las escápulas pegadas y los pies firmes en el suelo, con las rodillas flexionadas. La barra, protegida con una almohadilla, se coloca sobre las caderas. Sosteniendo la barra un poco más allá del ancho de los hombros, la persona impulsa las caderas hacia arriba activando los glúteos, hasta que el torso queda paralelo al suelo.

En la parte superior del movimiento, se hace una pausa y se busca una contracción máxima. El cuello permanece en posición neutra y el core contraído. Bajar lentamente, manteniendo el control, lleva al estiramiento adecuado antes de iniciar una nueva repetición.

La carga debe progresar de forma gradual, empezando solo con el peso de la barra si es necesario. La técnica vale más que la cantidad de kilos y, si se cuida el movimiento, se potencia el beneficio y se evita cualquier tipo de molestia.

Ventajas funcionales y estéticas del Hip Thrust

El Hip Thrust es el ejercicio líder para alcanzar el máximo desarrollo del glúteo mayor. Su ejecución optimiza la hipertrofia, da forma y firmeza, y a la vez fortalece la cadera, los abductores y el core. Este trabajo funcional mejora la coordinación, el equilibrio y la potencia del tren inferior, aspectos esenciales tanto para el desempeño deportivo como para la vida cotidiana.

El fortalecimiento de los glúteos reduce el riesgo de lesiones lumbares y de rodilla, favorece la postura y ayuda a transferir fuerza en otros ejercicios como sprint, saltos o levantamientos olímpicos. Desde el punto de vista estético, se obtiene un trasero más elevado, redondeado y tonificado, resultados que no siempre se logran solo con sentadillas clásicas.

Lee también:

Complementar el Hip Thrust: frecuencia, métodos y progresión

El Hip Thrust demuestra mayor eficacia integrado en una rutina bien planificada. Se recomienda hacerlo dos o tres veces a la semana, sumado a movimientos unilaterales como lunges, sentadillas búlgaras y variantes en superficies inestables para promover la estabilidad y prevenir desbalances.

La progresión se logra aumentando peso, repeticiones o manteniendo una pausa isométrica de dos a tres segundos en cada repetición. Adaptar el rango de repeticiones según el objetivo (hipertrofia o tonificación) y alternar con ejercicios explosivos permite optimizar el estímulo y asegurar una transformación real sin estancamientos ni riesgos. La clave está en mantener la correcta activación y prestar atención a cada detalle técnico.

Apostar por el Hip Thrust: técnica, variedad y resultados superiores

El Hip Thrust se posiciona como el ejercicio más efectivo para el desarrollo de los glúteos, dejando muy atrás a las sentadillas en cuanto a activación muscular y beneficios funcionales. Incorporar este movimiento con control técnico y combinaciones inteligentes cambia la forma de entrenar y los resultados que se pueden lograr en fuerza, prevención de lesiones y estética. Nuevos métodos y un enfoque consciente abren la puerta a una evolución visible y sostenible para todos los que buscan mejores glúteos.

¿Le resultó útil este artículo?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *