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Estilo de vida

¿Sabes por qué es mejor dormir sobre el lado izquierdo?

¿Alguna vez se ha preguntado por qué tantos expertos recomiendan dormir del lado izquierdo? El cuerpo no es simétrico, y esa simple elección de postura puede cambiar cómo funciona la digestión natural, el flujo de la circulación sanguínea y el drenaje linfático a lo largo de la noche.

Mejora la digestión y alivia el reflujo ácido al dormir del lado izquierdo

El sistema digestivo aprovecha la anatomía cuando el cuerpo se recuesta sobre el lado izquierdo. El estómago tiene una forma curva y su salida hacia el intestino delgado queda en una posición más baja con esa postura. Esto facilita el vaciado y reduce la presión que empuja el ácido hacia el esófago. La digestión natural se vuelve más fluida, con menos gases y menos sensación de pesadez.

La posición también ayuda al páncreas. Al quedar sin compresión y con un mejor alineamiento, sus jugos fluyen con mayor facilidad hacia el intestino, donde cumplen su papel en la descomposición de grasas y carbohidratos. Menos resistencia anatómica, mejor tránsito. Para quien lidia con reflujo ácido, esta combinación puede marcar la diferencia entre una noche con ardor y una noche tranquila.

La literatura reciente muestra que dormir sobre el lado izquierdo reduce los episodios de reflujo gastroesofágico frente a dormir boca arriba o del lado derecho. Un metaanálisis publicado en 2023 evaluó estudios clínicos y encontró mejoras destacables en síntomas nocturnos y en la calidad del descanso. Estos resultados se observan con más claridad en personas con diagnóstico de reflujo, pero también benefician a quienes sufren acidez ocasional.

El impacto se nota en la vida diaria. Menos irritación de la garganta al despertar, menos tos nocturna y un sueño más continuo. Para quienes ya siguen una dieta cuidada y cuidan la cena, esta postura actúa como un refuerzo extra que aprovecha la fuerza de la gravedad.

La posición ideal para un estómago sano

En el lado izquierdo, la válvula que separa esófago y estómago se mantiene por encima del ácido. Esa simple relación, estómago por debajo y esófago por encima, reduce el riesgo de que el contenido gástrico ascienda. El resultado es menos ardor, menos regurgitación y un descanso más calmado.

Probar esta postura puede ser sencillo si se usa una almohada entre las rodillas para alinear cadera y columna. Otra ayuda práctica es colocar una almohada firme en la espalda para evitar girar durante la noche. También conviene cenar ligero y dejar pasar al menos dos horas antes de acostarse, para que el estómago ya esté en proceso de vaciado cuando llegue el momento de dormir.

Beneficios para el corazón, circulación y sistema linfático

El retorno de la circulación sanguínea desde las piernas depende, en gran parte, de la vena cava inferior, ubicada en el lado derecho del cuerpo. Al dormir del lado izquierdo, el peso de los órganos no comprime tanto esta vía, lo que facilita el retorno de la sangre al corazón. Se favorece así un bombeo más eficiente, con menos estasis en las extremidades y menor tendencia a la hinchazón.

Para personas que notan tobillos hinchados al final del día, esta postura puede ser un apoyo real. No reemplaza el ejercicio, la hidratación o el manejo médico, pero sí reduce la carga nocturna sobre el sistema venoso. Algunos estudios clínicos señalan que acostarse del lado izquierdo ayuda a mejorar parámetros de confort circulatorio, sobre todo en quienes ya tienen edema leve.

El drenaje linfático también gana con esta posición. La linfa, que transporta desechos celulares, proteínas y líquidos sobrantes, fluye mejor cuando no hay compresión de sus grandes conductos. Dormir a la izquierda ayuda a liberar rutas y facilita la depuración nocturna, lo que puede contribuir a menos inflamación y una sensación de ligereza al levantarse. La investigación reciente sugiere mejoras en el balance hídrico y en la eliminación de toxinas, un efecto que los usuarios suelen notar como menos congestión y menos pesadez corporal.

En el embarazo, estos beneficios se amplifican. Al no presionar la vena cava, se favorece el flujo hacia la placenta y se reduce la presión sobre órganos como el hígado. Esto apoya tanto a la madre como al bebé, con mejores parámetros de perfusión y menos molestias nocturnas.

Foto Freepik

Ayuda especial durante el embarazo

Dormir del lado izquierdo en el embarazo suele traer alivio real en la hinchazón de piernas y pies. Al mejorar el retorno venoso, las piernas se sienten menos pesadas al final del día y el descanso se vuelve más reparador. También disminuye la presión sobre el hígado, lo que muchas veces reduce la sensación de malestar en el costado derecho.

Una almohada larga o de tipo “cuerpo” permite sostener el abdomen y alinear cadera y columna. Colocar otra almohada pequeña bajo el costado puede brindar más comodidad cuando la barriga crece. Pequeños ajustes, como elevar un poco la cabecera o evitar bebidas muy saladas por la noche, suman al beneficio de la postura.

Reduce ronquidos y mejora la calidad del sueño

Dormir de lado mantiene la lengua y el paladar blando en una posición que facilita la entrada de aire. Esto abre las vías y disminuye las vibraciones que producen ronquidos. El efecto se nota en muchas personas desde la primera noche. La respiración se vuelve más estable y el sueño gana continuidad.

La apnea del sueño de tipo posicional también puede mejorar. En quienes presentan colapsos de la vía aérea al dormir boca arriba, girar al lado izquierdo reduce esos eventos. Estudios recientes incluyen a personas con obesidad y muestran menos despertares, menos pausas respiratorias y mayor tiempo de sueño profundo cuando se evita la posición supina. El beneficio no sustituye una terapia con CPAP ni otros tratamientos, pero suma como estrategia práctica y de bajo costo.

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Hay que considerar el contexto de salud. Personas con problemas cardíacos deben comentar cualquier cambio de postura con su médico, sobre todo si han notado falta de aire nocturna o molestias torácicas al recostarse. El cuidado individual importa, y la postura óptima puede variar según el diagnóstico.

Consideraciones para un sueño seguro

Para la mayoría, dormir del lado izquierdo es una costumbre segura y beneficiosa. En casos de insuficiencia cardíaca, algunos pacientes pueden notar incomodidad al acostarse de ese lado. Si aparece falta de aire, opresión o palpitaciones, conviene ajustar con un profesional. En muchas situaciones, elevar la cabecera unos centímetros y alternar breves periodos del lado izquierdo con pausas del lado derecho ayuda a tolerar el cambio.

Adaptarse lleva tiempo. Una forma práctica es colocar una almohada firme en la espalda y otra entre las rodillas, lo que mantiene la postura estable. Un colchón que sostenga bien hombro y cadera reduce puntos de presión y evita que el cuerpo gire. La constancia durante una o dos semanas suele ser suficiente para que el cerebro asocie esa posición con descanso de calidad.

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