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Insólito

Una conductora sobrepasa 20km/h en la autopista y la multa que le llega es de 7.500 euros: 124 veces superior a la prevista para su infracción

Las multas de tráfico existen para disuadir y proteger, sí, pero ¿dónde está el equilibrio entre castigo y proporcionalidad?

Saltar apenas 20 km/h el límite en la autopista puede parecer un error común, pero lo que le sucedió a una conductora en España va mucho más allá de una sanción habitual. Su caso encendió la polémica: tras ser captada circulando 20 km/h por encima del máximo permitido, recibió una multa de 7.500 euros, una cifra desorbitada que no solo sorprendió a la afectada, sino que también generó alarma social. La mayoría de los conductores espera pagar una cantidad moderada si cometen este tipo de infracción, y nadie imagina recibir un castigo tan exagerado.

¿Cuánto debería haberse pagado realmente? El marco legal y las multas habituales por sobrepasar 20 km/h en autopista

La ley española distingue entre distintos excesos de velocidad, aplicando importes y sanciones dependiendo de cuántos kilómetros por hora supere el conductor el límite marcado. En autopistas y autovías, la velocidad máxima para turismos y motos es de 120 km/h. Si un coche circula a 140 km/h (es decir, 20 km/h por encima), entra dentro de los márgenes contemplados como infracciones graves, pero lejos de los supuestos más peligrosos.

Normativa de velocidad y sanciones económicas en España

Cuando un conductor supera el límite entre 20 y 30 km/h en autopista, la sanción habitual es de 100 euros, según la tabla oficial de multas de la DGT. No hay retirada de puntos en este caso, pues la ley lo reserva para excesos más elevados.

El salto de castigo se produce al superar los 30 km/h por encima del límite, donde la multa asciende a 300 euros y suma 2 puntos de penalización en el carnet. Si se acelera aún más, los importes alcanzan los 400, 500 o 600 euros y hasta 6 puntos de penalización. Pero para que la infracción pase a ser considerada delito penal y no solo administrativa, habría que superar los 80 km/h el límite en autopistas, lo que lleva a penas de prisión, grandes multas y suspensión del permiso de conducir.

La tabla oficial es clara: pasar 20 km/h el máximo en autopista no implica nunca una sanción cercana ni remotamente a los 7.500 euros.

Consecuencias administrativas: puntos y antecedentes en el carnet de conducir

En este rango de velocidad, no hay pérdida de puntos, solo una sanción económica. Si el conductor repite la misma infracción muchas veces en poco tiempo, puede llegar a perder puntos o acumular reincidencias, pero nunca por un solo exceso de 20 km/h.

Los antecedentes, por su parte, solo se generan al cometer delitos contra la seguridad vial (excesos mucho mayores o conducción temeraria). Para el caso de la conductora, el historial debería mantenerse limpio salvo la multa económica esperada.

¿Por qué fue tan alta la multa? Causas, errores y casos similares en la práctica de tráfico

Una sanción 124 veces más alta de lo legalmente previsto huele a error o a una situación administrativa rara. En la realidad del tráfico, las multas pueden inflarse por motivos ajenos a la infracción básica.

Factores que pueden multiplicar una sanción de tráfico

Aunque parezca increíble, hay varios factores que pueden hacer que una multa se dispare:

  • Acumulación de sanciones: Si no se abonan multas previas, estas pueden acumular recargos y costas judiciales, elevando la cuantía final a niveles desproporcionados.
  • Recargos por impago: Cuando una multa inicial no se paga a tiempo, la administración puede incrementar el importe con intereses, llegando a multiplicar por varias veces la cifra original.
  • Errores de notificación o identificación: Un fallo en la identificación del infractor, o errores en la notificación, pueden hacer que la sanción siga su curso sin que el interesado se entere, y acabe creciendo como una bola de nieve.
  • Sanciones acumuladas o reincidencia: Si la persona ya arrastraba anteriores multas impagadas o había cometido infracciones similares en el pasado, el sistema puede aplicar el castigo máximo permitido por reiteración.
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En los últimos años han salido a la luz varios casos similares, donde personas recibieron sanciones estratosféricas por errores administrativos, problemas con el domicilio para la notificación, o simplemente por omisión de pago. La jurisprudencia suele anular o ajustar estas multas cuando se demuestra que la cantidad no guarda relación con la infracción original.

Errores, recursos y defensa ante multas injustas

Recibir una multa tan elevada genera impotencia, pero existen mecanismos de defensa. Es fundamental revisar si la notificación cumple todos los requisitos legales, si la infracción está debidamente identificada y si no hay duplicidad o error en el cálculo de recargos.

Merece la pena recurrir en caso de sanciones exageradas. Para iniciar el proceso, el conductor puede alegar errores de forma, falta de pruebas o desproporción entre la infracción y la sanción. La mayoría de estos recursos prosperan cuando hay indicios claros de error.

Los expertos recomiendan guardar toda la documentación recibida, revisar las fechas y cotejar el importe original de la multa. Muchas sanciones se ajustan una vez que la administración revisa los antecedentes y reconoce el fallo.

Las multas por exceso de velocidad cumplen un papel clave en la seguridad vial. Disuaden comportamientos peligrosos y contribuyen a reducir los accidentes, pero siempre deben ser proporcionadas y transparentes. Nadie discute que conducir rápido tiene consecuencias, pero el sistema debe proteger también a los ciudadanos frente a errores o abusos administrativos.

Si recibes una sanción que no corresponde con la realidad o es desproporcionada, infórmate bien y recurre. Tienes derecho a defensa y a exigir que la sanción se ajuste a la ley. Mantén todos tus datos y notificaciones actualizados, paga a tiempo y no dejes que la bola de nieve crezca. Proteger tu seguridad y tu bolsillo está en tus manos: conduce con cabeza, pero también defiende tus derechos.

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