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Alimentos ricos en vitamina E que debes incorporar a tu dieta regular

La vitamina E es un nutriente esencial que desempeña un papel fundamental en el mantenimiento del funcionamiento del cuerpo

Algunas de las mejores fuentes de vitamina E incluyen frutos secos como las almendras, nueces y avellanas. También se puede encontrar en semillas como las semillas de girasol, calabaza y sésamo, así como en aceites vegetales como el aceite de girasol, aceite de germen de trigo y aceite de cártamo.

Además, se puede obtener vitamina E de alimentos como el aguacate, el brócoli, la espinaca y los tomates. Si bien es fácil obtener suficiente vitamina E en una dieta equilibrada, si tienes dudas sobre tus niveles de vitamina E, es recomendable consultar con un profesional de la salud.

Aunque solemos resaltar la importancia de la vitamina C, la vitamina E también merece una gran atención por su papel como antioxidante. Gracias a esto, ayuda a combatir los radicales libres, que son una de las principales causas del envejecimiento prematuro.

La prevención de enfermedades

Asimismo, una dieta rica en vitamina E puede ayudar a prevenir enfermedades y contribuir a la salud ocular y neurológica, de acuerdo con la opinión de la micronutricionista especializada en alimentación vegetal Marjorie Crémadés.

La experta agrega que la vitamina E también es importante para la división celular, lo que ayuda a mantener una piel saludable y elástica. Los estudios epidemiológicos sugieren que la vitamina E también puede desempeñar un papel protector contra enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Además, la vitamina E puede favorecer la fertilidad, según algunos especialistas.

Alimentos ricos en vitamina E

La vitamina E procede de diversas fuentes alimentarias, como aceites vegetales, alimentos grasos, semillas, frutas y verduras. Si estás interesado en incorporar más vitamina E en tu dieta, hay varios alimentos que son ricos en este nutriente. Entre ellos encontramos:

  1. El mango.
  2. El brócoli.
  3. Los boniatos.
  4. Los berros.
  5. Las nueces.
  6. Los huevos.
  7. El aguacate.
  8. Los piñones.
  9. Los tomates.
  10. Las avellanas.
  11. Las espinacas.
  12. Los canónigos.
  13. Las almendras.
  14. La mantequilla.
  15. Los espárragos.
  16. Los albaricoques.
  17. La grosella negra.
  18. El diente de león.
  19. El aceite de girasol.
  20. Las pipas de girasol.
  21. Las semillas de nuez.
  22. El aceite de cártamo.
  23. Las semillas de colza.
  24. Las semillas de girasol.
  25. Las semillas de sésamo.
  26. Las semillas de calabaza.
  27. El aceite de germen de trigo.

Sin embargo, no olvides que antes de realizar cualquier cambio significativo en tu dieta, es importante consultar con un profesional de la salud con el fin de poder acoplar la alimentación con las necesidades del cuerpo y también para conocer el estado real en el que se encuentra tu organismo.

¿Hay carencia de vitamina E?

Si quieres saber si sufres de carencia de vitamina E, lo más recomendable es realizar un análisis de sangre para determinar tus niveles de esta vitamina en el organismo. Cabe destacar que, las personas que fuman suelen presentar una deficiencia de esta vitamina, por lo que es importante que consuman alimentos que la contengan en mayores cantidades.

En caso de tener una carencia de vitamina E, podrías experimentar problemas musculares y de visión, ya que esta vitamina es esencial para el correcto funcionamiento de estos sistemas. Por otro lado, los bebés prematuros y aquellos con deficiencias nutricionales tienen un mayor riesgo de desarrollar una forma grave de anemia conocida como anemia hemolítica neonatal.

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Dany Levito