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El «niño más gordo del mundo» ha perdido 115 kg; otro reto por delante

Pese a lo riesgoso de su peso, una operación lo ha llevado a tener una vida medianamente normal

En 2016 se descubrieron imágenes de Arya Permana, un niño de 10 años tristemente apodado ‘el niño más gordo del mundo», pues su peso, en comparación con su edad y tamaño, rayaba entre lo impresionante y lo ilógico.

Sus niveles de grasa y masa corporal hacían que no pudiese sentarse por sus propios medios, mucho menos levantarse y caminar. Pesaba aproximadamente 200 kilos y parecía que su vida era toda una condena. En aquel momento las fotografías del pequeño hacían furor en la red. El niño indonesio pesaba casi 400 libras y se había convertido en un «fenómeno» ante los ojos del planeta entero.

Con una obesidad fatal, el menor llegaba a comer diariamente cinco platos de comidas enormes, sobre todo alimentos ricos en azúcares y grasas, y pasaba la mayor parte del día sentado o tumbado en su pequeña piscina.

Un problema que comenzó desde muy temprano

Los problemas de peso del niño comenzaron cuando él solo tenía dos años. A partir de ese momento tuvo un crecimiento poco común. Rokayah Somantri, su madre, dijo que cuando vio que Arya crecía mucho más en volumen que sus hermanos mayores, pensó que era normal y no se preocupó.

«Arya era más gordo que mi primer hijo y otros niños de nuestra comunidad, pero esto no nos pareció que era algún motivo de preocupación. De hecho, estábamos muy contentos de verlo más grande y lo considerábamos como un niño feliz y saludable», dijo.

Sin embargo, con el paso de los años el niño se veía privado de asistir a la escuela o de realizar cualquier actividad normal para una persona de su edad; su vida corría peligro.

Su madre declaró al Daily Mail que él «solo podía dar pequeños pasos porque perdía el equilibrio. Siempre está cansado y se queja de que le falta el aire. Lo único que hace es comer y dormir, y cuando no realiza estas actividades, salta a la bañera y se queda allí durante horas».

Al ver esto, ella y su esposo tomaron la decisión de hacer algunos cambios. En abril del 2017 decidieron que no había otra opción que actuar sobre esta situación que se había convertido en un problema que no solo afectaba la salud del menor, sino también la economía de la familia, ya que por poder alimentarlo habían gastado todos sus ahorros.

En ese momento decidieron someterlo a una gastrectomía en manga, es decir, una reducción del estómago, con el fin de disminuir la cantidad de comida que consumía. Luego de un mes de la operación, Arya perdió 31 kg. Desde entonces, se ha logrado deshacer de un total de 115 kilos y, a sus 16 años, pesa ahora 83 kilos. Para ayudarle a perder peso y reequilibrar su dieta, ha sido seguido por el culturista Ade Rai, que ha compartido su progreso en Instagram.

El joven está ahora irreconocible

El menor puede por fin hacer realidad sus sueños: jugar con sus amigos en la piscina, jugar al fútbol y montar en bicicleta, es fanático del fútbol y expresa orgulloso: «Ahora soy feliz, puedo andar, también puedo jugar y me he vuelto más ágil que antes. Puedo caminar con mis amigos, y todas las tardes juego al fútbol con ellos».

Sin embargo, ahora tiene un nuevo reto por delante: bajo la ropa esconde centímetros de piel distendida debido a su enorme pérdida de peso. La piel sobrante sigue imposibilitando la movilidad, aunque ya no es nada de lo que era. Para recuperar un aspecto normal, tendrá que someterse a una cirugía reconstructiva.

Para quienes se lo pregunten, Arya Permana pesó 3,7 kg al nacer, un peso muy normal para un bebé. A los 5 años empezó a engordar de forma anormal. En cuatro años, engordó 127 kg. A pesar de que sus padres al principio se alegraron de verle en buena forma, explican que poco a poco «su peso se descontroló, nos dimos cuenta de que sufría un trastorno, que requería atención médica», concluye la madre.

 

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Dany Levito